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28 diciembre 2011

LICENCIADO CANTINAS

No es difícil rastrear la huella de estos pasos del flamante Licenciado Cantinas en discos anteriores del maño, que no ha hecho con este disco sino llamar a la puerta que lleva intentando abrir con más o menos empeño durante los últimos diez años. En el trayecto de Tierra de Fuego a Río Grande, del mestizaje contemporáneo de New York al tex-mex del siglo XXI, los goznes que se abren al sonar los primeros acordes del bolero instrumental de Agustín Lara que inaugura el disco (cualquier spaghetti-western que se precie encontraría en esta pieza un perfecto soporte musical) no chirrían, sino que dan la bienvenida al personaje que sirve de base para un recorrido más emocional que académico por el cancionero latinoamericano y su alargada sombra. En su empresa, Enrique Bunbury asume el riesgo pero se reafirma en sus convicciones al reconocer el poso, y hacernos partícipes además, que muchas de estas canciones habitualmente relegadas al ámbito folclórico por oyentes e incluso presuntos roqueros de corte tradicional han dejado en su obra reciente y en su propia trayectoria vital. Y la verdad es que discutirle la jugada a alguien como él, puro talento e intuición, es a su vez algo más que discutible.

Una cosa está clara, y hace poco nos lo comentaba el mismísimo Jorge Ilegal, otro que últimamente ha virado sus pasos a la llamada de palos lejanos en tiempo y distancia: en las letras del bolero o el tango, sin ir más lejos, hay historias mucho más salvajes que en el rock and roll. Para demostrarlo basta un puñado de nombres, la mayoría de ellos injustamente desconocidos (hasta ahora, también para nosotros) y ya imprescindibles en nuestra lista de deberes futuros: Pablo Casas, Rafael Otero, Louie Ortega, los hermanos Simón, Willie Colón, Marcial Alejandro, Héctor Lavoe o el grandioso Atahualpa Yupanqui. Ellos escribieron palabras que se incrustan en el corazón y que ahora revive un Licenciado en arrabales, tabernas portuarias, desamores extremos, tragos amargos de tequila y mezcal y ante todo, experto en absorber y reinterpretar cualquier sonido que salga de esos estrechos ventanales y mugrientos soportales para llevarlo a la mismísima Plaza Garibaldi y vestirlo de occidentalidad. Otra cosa es que ese trabajo de puertas para adentro, esa intrincada red de conexiones sonoras y esa memoria sentimental propia sean entendidos por la amplia mayoría de su público, que por otra parte ya debería estar acostumbrado a estas alturas a los desvíos y fintas estilísticas del aragonés errante.

Para situarse en el centro de un dispositivo logístico que lo llevó a la frontera texana de Tornillo, concretamente a los estudios Sonic Ranch, donde reunió a sus músicos, los solventes Santos Inocentes, se rodeó de los que antes que él ya recorrieron esa transitada senda: Flaco Jiménez al acordeón, Charlie Musselwhite con su armónica, Dave Hidalgo y sus cuerdas fronterizas, Elíades Ochoa y la herencia del son cubano y el experto despliegue percusivo de Quino Béjar, además de tubas y violas que arreglan y ajustan la visión de unas canciones sencillamente tremendas a las que sienta como un guante en la mayoría de los casos el barniz moderno y los aderezos marca de la casa. El andamiaje panamericano desmontado y electrificado en la 'Chacarera de un triste', en la que de paso reinventa la música caribeña, el falso subidón etílico del corrido mexicano en 'Ánimas , que no amanezca', la melancolía bolerística de 'Mi sueño prohibido', el otro lado de la ranchera tradicional cuando entona 'Que me lleve la tristeza', el fatídico vals peruano traducido en desgarro y súplica en 'Ódiame', y en fin, unas gotas de salsa ('El día de mi suerte'), cumbia, tango ('Cosas olvidadas') y rock -sí, ya salió la palabra maldita- en un disco-trayecto con cuatro partes bien diferenciadas. De ellas, tal vez la central y más disfrutable sea la que encabeza ese blues andino que casi deviene en psicodelia latina llamado 'El mulato (Licenciado)' unido sin solución de continuidad al 'Diario de un borracho' (con un título así, podemos imaginar cualquier cosa), un tramo en el que el tan temido término "disco conceptual" empieza a cobrar sentido. La parte introspectiva la aportan 'Pa llegar a tu lado', un tema original de Lhasa de Sela, una de las artistas más admiradas por Bunbury tristemente desaparecida hace poco más de un año; 'Vida', un pequeño homenaje a la música criolla; y la impresionante milonga final, tal vez la pieza más valiosa del álbum, 'El cielo está dentro de mí', con versos de pura tragedia ("El alma escribe sus libros pero ninguno los lee") que sólo un artista como él puede cantar como si hubieran salido de su propio corazón.

Para un fundamentalista del rock la decisión de grabar un disco de versiones dentro de un territorio tan propenso a enfangarse en arenas movedizas (en España estamos tan acostumbrados a la morralla reggaetonera y a tanto artistillo de tercera camuflado entre absurdas coreografías, mera carne de radio fórmula estival) puede resultar cuestionable, pero cuando escuchas un trabajo tan pulcro, trabajado y profundo como este, te rindes a la evidencia una vez más y deseas que este desventurado Licenciado Cantinas protagonice al menos una parte de tu vida. Y que siga viviéndola contigo.

Fuente: Thriller Magazine (España)

27 diciembre 2011

LICENCIADO CANTINAS (BLANCO & NEGRO)

Manteniendo el camino de la música de raíces, Enrique Bunbury edita "Licenciado Cantinas", un álbum que mira a la música panamericana desde los ojos de la instrumentación norteamericana. Son versiones, sí, pero esto no significa que vaya a perder calidad, todo lo contrario. El ciclo que terminó con "Las Consecuencias" (EMI, 2010) y "Gran Rex" (EMI, 2011) ha dado pie una nueva remesa de canciones lejos de las manos de EMI, pues "Licenciado Cantinas" es una autoedición que lleva el sello de Blanco & Negro. ¡Ojo! No por ser así el músico iba a estar más liberado, todo lo contrario, pues tener una caja de discos bajo la cama lo puede hacer más desdichado.

En lo que al contenido se refiere; el LP (inmejorable) fue grabado en SonicRanch, Tornillo (Texas) con su banda habitual, Los Santos Inocentes, que ya han alcanzado el grado de madurez suficiente junto a Enrique Bunbury. A ellos se les une el versátil percusionista Quino Béjar, culpable del giro sonoro orogándole al conjunto una rica composición de ritmos africanos, caribeños y latinos, tal y como se puede apreciar en piezas como 'El día de mi suerte' (de Willie Colon y Héctor Lavoe) o 'Chacarera de un triste' (de los Hermanos Simón). Francamente, la mayoría de sus seguidores no iban a arrimarse al ballenato o a la cumbia, pero gracias a este revisión, Bunbury ha acercado la familia musical panamericana al pueblo y, de ese modo, mostrar el buen hacer de grandes figuras, como la de Elíades Ochoa haciendo sonar su garganta y guitarra en la tradicional 'Mi sueño prohibido'. El single 'Ódiame' (de Federico Barreto y Rafael Otero López) ha funcionado pefectamente como introducción a este viaje que recorre la espina dorsal del continenten americano, un arte de presentación que comparte protagonismo con la instrumental 'El mar, el cielo y tú' (de Agustín Lara), siendo esta última la encargada de abrir el cancionero.

Por momentos suena a tex-mex, como la banda sonora de "Crazy Heart", interpretada (entre otros) por Jeff Bridges y Ryan Bingham de la mano de T-Bone Burnett. 'Ánimas, que no amanezca' (de Guadalupe Ramos) es la clave que hace de puente con los dos hemisferios. El acordeón de Dave Hidalgo (Los Lobos) rememora lo que también hicieron The Felice Brothers o Bob Dylan en "Together through life" (Columbia, 2009). Dentro de ese traje de terciopelo se encontraría también 'El Mulato (Licenciado)' (de Ricardo Ray & Bobby Cruz) con un exquisito y delirate final que, a base de distorsión, enlaza con la guitarra de Dave Hidalgo dando la salida a 'El Solitario (Diario de un borracho)'.

De acuerdo, "Licenciado Cantinas" no es una banda sonora al uso, pero sí es cierto que narra las desventuras de desamor y arraigo del personaje del Licenciado Cantinas. Podría decirse que es un cancionero perfecto para el amor despechado y todas sus fases. Las últimos tragos se antojan tristes con canciones de alto contenido en amor alcoholizado dentro de ' Cosas olvidadas' (de Antonio Rodio y José María Contursi). Totalmente arrabalero. El drama de los versos acontecidos en 'La tumba será el final' (de Francisco Vidal) fluye con la nostalgia que le da "Flaco" Jiménez (al acordeón) hacia un emocionante y solemne final que, por obra y gracia de Atahualpa Yupanqui, hacen amanecer la tristeza dándo la mano a 'El cielo está dentro de mi' y la armónica de Charlie Musselwhite.

La sangre circula por las "arterias" (así es como se iba a titular este trabajo en primer lugar) llevándose las almas y corazones de los perdidos en la vida con "Licenciado Cantinas".

Fuente: Musicópolis (España)

26 diciembre 2011

"NUESTROS GOBERNANTES NOS DIERON LA ESPALDA"

El cantautor hispano vino a lanzar su nuevo disco, Licenciado cantinas, con música tradicional latinoamericana, entre la que incluye a los mexicanos Agustín Lara (El mar, el cielo y tú), Marcial Alejandro (Que me lleve la tristeza) y Guadalupe Ramos (Ánimas, que no amanezca), y cierra con El cielo está dentro de mí, del argentino Atahualpa Yupanqui. Exvocalista de la banda Héroes del Silencio, Enrique Bunbury explica en entrevista la factura de su última producción, a la par que da un giro para cuestionar a los políticos y su sometimiento al mercado.

Convertido en una importante figura en el ámbito musical español y latinoamericano y con un nuevo disco en mano, Licenciado cantinas, el roquero Enrique Bunbury no calla su sentir ante la mala situación económica mundial:

"Ya todos empezamos a tener claro que nuestros gobernantes nos dieron la espalda hace tiempo. No podemos confiar que un cambio provenga desde estamentos superiores; creo que las transformaciones deben partir de uno mismo. Entonces, todos debemos efectuar una revisión profunda de qué es lo que laboramos diariamente con cada pequeño acto de nuestra vida y de qué forma esos pequeños actos afectan a la globalidad. Y a raíz de esa visión individual de cada uno, creo que podemos llegar a cambios superiores."

Su nombre verdadero es Enrique Ortiz de Landázuri Izardui (el apellido Bunbury lo tomó de un personaje de la obra La importancia de llamarse Ernesto, escrita en 1895 por Óscar Wilde, y ahora en su reciente grabación (es la séptima como solista), lanzada el pasado 13 de diciembre al mercado físico y digital mundial, muy a su estilo aborda estilos musicales de la música tradicional latinoamericana, como la chacarera y el tango argentino, el bolero cubano, la cumbia colombiana, entre otros, y de paso recuerda que dichas letras y otras más las escuchó en cantinas.

Del disco, la melodía peruana Ódiame (Federico Barreto y Rafael Otero López) suena constantemente en la radio y en televisión e internet; el video de este tema pasa constantemente, donde se aborda la profecía maya del 12 del 12 del 2012. El exvocalista de la banda Héroes del Silencio explica a Proceso que este clip, dirigido por el cineasta Alexis Morante, es el trailer de lo que será el cortometraje Licenciado cantinas the movie:

"Este adelanto de alguna forma nos introduce en la historia de un personaje que hemos llamado Licenciado Cantinas (sic), a quien le suceden una serie de acontecimientos el 12 de diciembre de 2012, el fin de una era del mundo, según los mayas."

-¿Cree en esa profecía maya?

-Creo que 2012 es un año de cambios sustanciales y de alguna forma los mayas predijeron una circunstancia astronómica que va a ocurrir el 12 de diciembre de 2012, que es la alineación entre la Tierra, el Sol y el centro de la Vía Láctea. Aparte de ser algo totalmente científico y astronómico, es probable que nos encontremos con un año de grandes cambios que ya estamos viviendo, ya vemos muchos acontecimientos tremendos.

-¿Qué opina de la crisis económica en Europa, España, Francia e Italia, Grecia, Egipto, Estados Unidos, en fin?

-Estamos viendo cómo el sistema falló, no funcionó o dio todo de sí, y hemos llegado a un callejón sin salida en el que la deuda es inaceptable e inconcebible, ya no podemos con ella. De alguna forma esto nos tiene que llevar a un cambio sustancial de nuestra forma de plantearnos el sistema mundial, que al final por mucho que haya diferentes gobiernos y unos sean más socialistas, otros más demócratas, unos más islamistas, como sea, todos están bajo el mismo sistema, el económico.

"Otra situación que ocurre es que vemos insatisfacción o enfado en las calles de muchas ciudades del mundo, protestas por las injusticias sociales, por la crisis económica… en España, Estados Unidos, Chile, en fin. En Rusia, con la duda de las elecciones fraudulentas, etcétera, incluso la insatisfacción por otros motivos, porque al final son siempre diferentes razones, pero es una insatisfacción global de la sociedad contra el gobierno y contra los estamentos superiores."

No deja afuera a México:

"En otra dirección o un rumbo que no tiene algo en común es que en México estamos poniendo en duda hasta qué punto todo el grave problema de la violencia, la corrupción y el narcotráfico inunda todas las jerarquías de la sociedad, y hasta qué punto es el propio sistema que está corrompido."

Bunbury nació el 11 de agosto de 1967 en Zaragoza (Aragón), España, pero desde hace dos años reside en Los Ángeles, California, donde en días pasados asaltaron su estudio y se llevaron su ordenador en el cual guardaba sus nuevas canciones que complementarían su siguiente álbum, una continuación de Licenciado cantinas. Por fortuna las lleva en su memoria y volverá a escribirlas.

-Llegó la derecha a su país. El pasado 21 de diciembre tomó posesión Mariano Rajoy Brey, del Partido Popular, ¿qué opina?

-En Europa estamos en un momento de sumisión tan clara ante un ente inaprensible y desconocido, le llaman los mercados. Si gobierna la izquierda o la derecha van a ir a Bruselas y se van a someter a lo que dictamine el Fondo Monetario Internacional. Al final no está gobernando el señor que hayamos elegido ni tiene mucha importancia cómo se llame y de dónde venga, porque hay alguien, un estamento, que le va a decir lo que tiene que hacer.

Recorrido latino

Licenciado cantinas lo integran otras 14 canciones El mar, el cielo y tú (Agustín Lara), Llévame (Louie Ortega), Mi sueño prohibido (tradicional), Pa'llegar a tu lado (Lhasa de Sela), Chacarera de un triste (Hermanos Simón), Vida (Pablo Casas Padilla), El mulato (licenciado) (Ricardo Ray/Bobby Cruz), El solitario (Alfredo Gutiérrez), Ánimas, que no amanezca (Guadalupe Ramos), Que me lleve la tristeza (Marcial Alejandro), El día de mi suerte (Willie Colón/Héctor Lavoe), Cosas olvidadas (Antonio Rodio/José María Contursi), La tumba será el final (Francisco Vidal) y El cielo está dentro de mí (Atahualpa Yupanqui/Pablo del Cerro).

El músico aragonés grabó el compacto en los estudios Sonic Ranch en Tornillo, Texas, con su banda Los Santos Inocentes, y las mezclas se efectuaron en la empresa Westlake de Los Ángeles, California.

La primicia es que colaboran en Licenciado cantinas los reconocidos Flaco Jiménez (acordeón), Charlie Musslewhite (armónica), David Hidalgo, de Los Lobos (guitarras), y Elíades Ochoa (voz y guitarra).

Bunbury, quien desde 1984 canta y toca guitarra, armónica, bajo, batería, mandolina y piano, produjo este material. Amigo de Bunbury, el compositor y cantante argentino Andrés Calamaro escribe:

"Para mí (un roquero enamorado del cancionero hispano-latinoamericano) es un privilegio poder escuchar, volando entre Chicago y el Distrito Federal, este voluntarioso y apasionante LP de mi querido compañero Enrique. Con Hidalgo en acordeón y con aires de corrido-banda se presenta Ánimas, que no amanezca, que no demora mucho en reconfigurarse como banda-billy con la tuba de Alfredo Corrales.

"Un disco para cantar bailando sobre una mesa, rompiéndose la camisa y derramando risas y lágrimas. Que me lleve la tristeza, de Marcial Alejandro, es una de las mejores interpretaciones de la andadura vocal de Bunbury, quien se presenta como un sensibilísimo y sólido cantor al lado de las texturas del vibrafón, la guitarra acústica, el lap-steel guitar y el legendario Musslewhite."

-¿Cómo nació Licenciado cantinas? -se le pregunta a Bunbury, quien viste con una chamarra de cuero, botas de color café y jeans.

-Es un proyecto que empecé a barajar hace casi 10 años. Casi cuando empezaron mis giras como solista de forma más potente en Latinoamérica. Recopilé discos, canciones, partituras, primero por deseo de aprendizaje; segundo, para conocer la cultura de cada lugar que iba visitando; tercero, por pasión; y cuarto, porque me pareció que ahí en todo este proceso de aprendizaje había un álbum.

"En realidad lo que les estoy mostrando con Licenciado cantinas es un proceso de acercamiento y aprendizaje de estos grandes compositores y de todos estos géneros."

-¿Qué es para usted el compositor y cantante Agustín Lara, ya que abre su CD con una de sus melodías?

-Agustín Lara es obviamente un pilar de la música mexicana. Tenía claro que debía abrir el disco con él y cerrar con Atahualpa Yupanqui porque me topé con dos canciones apropiadas para el concepto que quería manejar en este proyecto. Este tema de Agustín Lara que es instrumental, el cual conocí a través de un disco que hizo con una orquesta donde arreglaba sus propios temas sin cantante y que no era lo habitual en este artista, me pareció una forma fantástica de introducir al oyente en un álbum mío.

-¿Cómo supo de Agustín Lara?

-Llegué a México en 1992 y la primera noche me llevaron a la Plaza Garibaldi. Entré al Tenampa y allí me topé con Agustín Lara. Está en las paredes y en la música que uno escucha en la noche. De alguna forma es lo primero que recibí de México. Me emocionaron esas canciones y ese lugar en el que de repente parecía que todo era posible.

Sigue con Marcial Alejandro:

"La letra que a mí me parece de las más importantes del disco es Que me lleve la tristeza. Es un gusto enorme poder cantar una melodía tan bella, y está Ánimas, que no amanezca, un tema bello totalmente mexicano y ranchero."

No duda en señalar que Licenciado cantinas, con el cual ofrece una nueva faceta, "va a marcar mis próximos pasos, será importante en mis próximos discos de canciones propias, no voy a olvidar fácilmente todo lo que me han enseñado estos grandes autores y todos estos ritmos y géneros latinoamericanos".

-¿Sí se licenció en cantinas?

-Con honores…

-¿Qué recuerda del ambiente cantinero?

-Bueno, estuve en algunos lugares con cierto grado de peligro y en todos estos años he cambiado como músico y como persona. El tiempo pasa para todos y ahora tengo una visión muy distinta, me acerco menos a las cantinas, obviamente la salud es algo que deseas conservar cuando quieres desarrollar más la profesión.

-Las cantinas han sido un punto de reunión de infinidad de creadores, ¿qué le aportaron las cantinas como artista?

-Grandes pláticas y encuentros con personajes fantásticos. He tenido la fortuna de conocer a músicos y a gente de la cultura del continente, escritores, en fin, a quienes admiro y respeto, y poder beber con ellos hasta altas horas de la mañana fue sensacional.

Bunbury empezará su gira de Licenciado cantinas en enero de 2012 en España.

Fuente: Proceso (México)

23 diciembre 2011

DE COPAS Y TABERNAS

La sinuosa trayectoria que hace 14 años inició el melómano y poco propenso al acomodamiento Enrique Bunbury tiene una nueva parada que añadir en su devenir tras la pista un rock hispano contemporáneo que él entiende conectado con las músicas populares y folclóricas americanas.

Una senda que, comenzó con discos como 'El viaje a ninguna parte' (2004) y que ahora remite a 'Licenciado Cantinas', un alias que Bunbury ha asumido en su nuevo álbum de versiones del cancionero americano asociado a las cantinas en las que, dice, "aprendí y me castigué mucho". "En ese terreno tengo todos los grados, matrículas y honores que se pueden conseguir en vida" ha bromeado el "licenciado" a propósito de su nuevo trabajo discográfico y alias artístico.

Desde su retiro en la soleada Los Ángeles, urbe en laque reside desde hace dos años, y ahora con su hija de diez meses Asia, Bunbury encarna al 'Licenciado Cantinas' en este nuevo trabajo, conceptual y fronterizo, en el que nos ofrece un recorrido nada trivial por ritmos y géneros populares panamericanos.

Rock y tradición

Pese a no contener material original, el ex cantante y compositor maño lo considera un trabajo "personal, necesario e importante", comparable "por grado de involucración y compromiso" a 'Pequeño' (1999), el citado 'Viaje a ninguna parte' o su acústica y oscura última entrega 'Las consecuencias'.

"Mis influencias del rock anglosajón son obvias, igual que de la música negra americana. Esta de ahora es la otra pata de la mesa: la música tradicional latinoamericana. Y he querido retratarla desde lo que yo soy: un músico de rock".

"He ido mucho de gira por Latinoamérica y he descubierto cantinas maravillosas y decadentes, con textos profundos y tan dramáticos como cualquier blues del Delta o cualquier canción de Bob Dylan. Me siento tan identificado con José Alfredo Jiménez o Roberto Goyeneche", ha dicho Bunbury en referencia a su nuevo repertorio que, basculando con elegancia entre el rock y los géneros populares, dice haber moldeado a partir de cerca de sesenta canciones, acumuladas tras años de búsqueda por diferentes rincones de América latina. "De Tierra del Fuego hasta Río Grande", tal y como reza su subtítulo.

Lanzado al margen de la discográfica Emi y definido por su colega y amigo Andrés Calamaro como "una colección brillante de versiones, un repertorio exquisito y nada habitual, una producción atractiva a cargo del propio Enrique con arreglos 'gourmet' a cargo de su banda Los Santos Inocentes. Una delicia".

En 'Licenciado Cantinas', Bunbury ofrece un recorrido por ritmos y géneros latinos (chacareras, milongas, corridos, texmex, salsa brava, tango y boleros) en una quincena de canciones (18 en la edición de vinilo) de autores variados como Atahualpa Yupanqui, Agustín Lara, Héctor Lavoe-Willie Colón, Casa Padilla o Alfredo Gutiérrez.

Bien arropado

Para su borrachera musical, Bunbury ha contado con la colaboración de músicos especializados en crossovers de este corte como Flaco Jiménez (acordeón texmex en 'La tumba será el final') el bluesman Charlie Musselwhite que presta su armónica a 'El cielo está dentro de mi', el sonero Elíades Ochoa en 'Mi sueño prohibido' o Dave Hidalgo, de Los Lobos, en guitarra y bajo en 'El Solitario'.

Para profundizar en la génesis y la narrativa de este disco conceptual, conviene meterse en internet y dar un vistazo a los 'teasers' de adelanto de 'Licenciado Cantinas, The Movie', una filmación de Alexis Morante que verá la luz en el próximo febrero y que muestra los entresijos de este trabajo, dividido en cuatro actos: 'El artesano', 'Los colores', 'Los Santos Inocentes' y 'Una nueva temporada'.

Responden a las "venas abiertas" del 'licenciado' en su trayectoria. "Del amor y la euforia al abandono y la desesperación, de ahí a la entrega total y a la perdición y, desde lo más profundo del pozo de los dolores a la muerte y la redención". A partir del 12 de este inmediato enero, el Licenciado Cantinas encadenará once fechas de recitales por España, entre las que no figura el País Vasco.

El licenciado y Héroes

Al parecer, no le ha hecho mucha gracia a Enrique que su 'Licenciado Cantinas' coincida estos días con el DC y DVD directo de Héroes del Silencio 'Live in Germany', editado por Emi y en cuya promoción no ha querido participar para no hacerse competencia a si mismo. Grabado en Alemania durante la gira de 'El espíritu del vino' (1993), el lanzamiento abonaría el terreno para un posible retorno de la banda.

De hecho, parece que los otros tres miembros del popular grupo maño han empezado a ensayar por su cuenta de cara a un posible disco con material original que justificaría una nueva gira que diera continuidad al masivo pero escueto tour de diez conciertos con el que en 2007 superaron de largo todas las previsiones más optimistas.

"El grupo tiene aun terreno por recorrer, si nos juntamos pasará algo, seguro", ha dicho el guitarrista Juan Valdivia. Por su parte, el renuente Enrique Bunbury no parece estar loco por esa música, pero ha dejado una cierta puerta entreabierta: "Uno nunca sabe qué es lo que puede ocurrir en el futuro" declaró el aragonés a una radio colombiana.

Mutando en licenciado cantinero, Enrique Bunbury deja aflorar su alma latina en este disco de versiones nada triviales de canciones tabernarias panamericanas Sobre unos arreglos clásicos y con profusión instrumental y rítmica (corridos, salsa brava, bolero, milonga, tango, tex mex...) el vaquero cósmico dramatiza y divulga con aplomo un repertorio racial, con aportaciones de Flaco Jiménez, David Hidalgo (Los Lobos) o el veterano especialista bluesman en armónica, Charlie Musselwhite.

Fuente: Diario Vasco (España)

22 diciembre 2011

BUNBURY EN ARGENTINA

Enrique Bunbury vuelve a Argentina para presentar en vivo su nuevo trabajo discográfico, Licenciado Cantinas, además de un recorrido por su vasto cancionero. El nuevo álbum se encuentra en las bateas de todo el país y desde mañana pueden adquirirse las entradas para los dos shows: viernes 2 de marzo en el estadio Orfeo de Córdoba y sábado 3 de marzo en el Estadio Ferrocarril Oeste de Buenos Aires.

Integrado por 15 canciones, Licenciado Cantinas es una colección de versiones de temas panamericanos.

En palabras de Andrés Calamaro -en una personalísima crítica canción a canción que publicó Rolling Stone España- el álbum es una “…colección brillante de ‘versiones’, un repertorio exquisito y nada habitual, una producción atractiva a cargo del propio Enrique con arreglos ‘gourmet’ de ‘Los Santos Inocentes’, que bordan texturas clásicas -pero originales- para una colección de joyas encontradas del repertorio panamericano que conviven bajo el preciosismo de los arreglos y la interpretación vocal de Bunbury, en su mejor momento personal y artístico, cantando mejor que nunca una colección profunda de canciones.”

Ódiame (canción original de Federico Barreto y Rafael Otero López), calificado por Calamaro como “el equilibrio entre la tradición del rock-sound y los géneros centro y sudamericanos”, fue elegido primer sencillo adelanto. Su versión en video dirigida por Alexis Morante, funciona a la vez como tráiler del cortometraje Licenciado Cantinas The Movie, protagonizado por Bunbury y a estrenarse esta navidad. Ódiame rota en las radios y canales de televisión española desde su estreno el 10 de noviembre.

Licenciado Cantinas, editado por S-Music Records en Argentina , cuenta además con: El mar, el cielo y tú (de Agustín Lara), Llévame (de Louie Ortega), Mi sueño prohibido (de Eliades Ochoa), Pa' llegar a tu lado (de Lhasa de Sela), Chacarera de un triste (de Los Hermanos Simón), Vida (de Casas Padilla), Licenciado (de Ricardo Ray & Bobby Cruz), El solitario (de Alfredo Gutiérrez), Ánimas, que no amanezca (de Guadalupe Ramos), Que me lleve la tristeza (de Marcial Alejandro), El día de mi suerte (de Willie Colon y Héctor Lavoe), Cosas olvidadas (de Antonio Rodio y José María Contursi), La tumba será el final (de Francisco Vidal) y El cielo está dentro de mi (de Atahualpa Yupanqui). Fue grabado junto a la banda Los Santos Inocentes y gran cantidad de colaboraciones.

Enrique Bunbury en Argentina
Viernes 2 de marzo a las 21. Estadio Orfeo Superdomo -Av. Cardeñosa 3450, Alto Verde, Córdoba – Entradas desde $ 150 a través de www.orfeosuperdomo.com o puntos deventa: Tiendas Vesta (Dinosaurio Mall de Alto Verde y Dinosaurio Express de San Vicente).
Sábado 3 de marzo a las 21. Estadio Ferrocarril Oeste -Av. Avellaneda 1420, CABA-. Entradas desde $ 200 a través de TuEntrada.com, llamando al 5533-5533 o en puntos de venta: Hard Rock Café y Teatro Astros.

Fuente: Gente BA (Argentina)

BUNBURY EN LA PORTADA DE ROLLING STONE

Viajamos a Los Ángeles para conocer tanto el hogar físico como el lugar mental en el que se encuentra el músico aragonés en estos momentos. Él, rompe dos años de silencio con un nuevo disco de estudio y nosotros nos metemos hasta su cocina.

Hace un par de años Bunbury decidió cambiar de vida y de lugar de residencia. Se fue a vivir a Los Ángeles. Allí tuvo a su hija y allí acabó componiendo su nuevo disco, Licenciado Cantinas. Enrique (hombre, padre y músico) protagoniza el número de enero de Rolling Stone, a la vente entre hoy jueves 22 y mañana viernes 23. En una profunda entrevista habla por primera vez de su vida familiar y creativa en California.

“Cuando tienes 20 años lo lógico es que seas un revolucionario, pero cuando llegas a los 40 quieres cercar la valla de tu huerto”, explica el ex cantante de Héroes del Silencio en un momento de la extensa entrevista. En ella, habla de su paternidad ("A mi hija le gusta Extremoduro", desvela Bunbury), y también opina sobre la actualidad política que se vive en España y en Estados Unidos. Y claro, sobre su música. Nos cuenta cómo unos ladrones entraron en el estudio que tiene en su jardín y robaron el disco duro dónde tenía guardadas las canciones de su próximo álbum. “A partir de ahora tengo que hacer un trabajo para reconstruir esas canciones tal y como las tengo en mi memoria. Te lo transmito con alegría... y de eso hace sólo tres o cuatro días”, explica para nuestra sorpresa el músico.

Pero no todo es Bunbury en nuestro nuevo número: volvemos con una lista y lo hacemos a lo grande. Más de 60 rockeros internacionales han elegido Los 100 mejores guitarristas de todos los tiempos. Hendrix, Eric Clapton, Jimmy page, Keith Richards o Jeff Beck están entre los primeros puestos. Descubre los 95 hachas que van detrás. Además, escriben para Rolling Stone Keith Richards, Eddie Van Halen, Tom Morello o Tom Petty.

También hacemos un extenso resumen de todo lo acontecido en 2011 yendo al origen de las noticias. Es decir, preguntamos directamente a los protagonistas del año: R.E.M, Noel Gallagher, Steven Spielberg, Ariana Huffington, Martin Scorsese o Vetusta Morla nos resumen su año.

Y además te contamos todos los entresijos de Use your illusion I, y II ahora que cumplen 20 años: los dos álbumes de Guns N'Roses que mataron al grupo cuando estaban en la cima. El último gran exceso del rock and roll.

Fuente: Rolling Stone (España)

20 diciembre 2011

ROBARON EL PRÓXIMO DISCO DE BUNBURY

Asaltaron el estudio que el músico aragonés tiene en su vivienda de Los Ángeles y se llevaron su ordenador, donde guardaba sus nuevas canciones. "Ahora lo tengo que reconstruir mentalmente", afirma en una extensa entrevista del próximo número de Rolling Stone.

“Estando de gira por Estados Unidos, unos ladrones entraron en la casa de nuestros vecinos. Cuando salían huyendo se metieron en el estudio que tengo en la parte de atrás de mi casa y se llevaron el ordenador con el disco duro. Ahí estaba mi próximo álbum”. Con estas palabras explica Enrique Bunbury en exclusiva a Rolling Stone el desagradable hurto que sufrió hace sólo unas semanas en su casa de Los Ángeles, ciudad en la que reside desde hace dos años. El disco robado iba a ser la continuación del álbum que acaba de publicar, Licenciado Cantinas.

“Todos me han dicho: ‘Pero, ¿no tenías una copia de seguridad de las canciones?'. Y les digo: ‘No, pero las tengo todas en mi memoria’. Y aquí es donde entra lo más interesante: a partir de ahora tengo que hacer un trabajo para reconstruir esas canciones tal y como las tengo en mi memoria”, desvela el músico aragonés. Y sigue: "Sé que no va a ser exactamente igual, que no voy a recuperar el archivo al cien por cien. Lo voy a recuperar de otra forma y en ese momento va a aparecer una canción nueva; creo que puede ser interesantísimo. Te lo transmito con alegría... y de eso hace sólo tres o cuatro días", explica, muy optimista, el cantante.

Estas declaraciones son parte de una extensa entrevista que el ex cantante de Héroes del Silencio ha concedido a Rolling Stone, y que saldrá publicada en el número de enero de la revista (en los quioscos el 22 y 23 de diciembre). En ella, el artista descubre, por primera vez, muchas facetas de su nueva vida en Los Angeles: su reciente paternidad, su forma de entender la música y su visión política de España y de Estados Unidos.

Fuente: Rolling Stone (España)

19 diciembre 2011

"ME DEFINO COMO UN TIPO QUE HACE MÚSICA POPULAR ELECTRIFICADA"

La sangre del Rock and Roll corre por las venas de Enrique Bunbury como el combustible lo hace por las arterias de un Ford Mustang del 67. “Licenciado Cantinas” (Blanco Y Negro, 2011) es la nueva entrega discográfica del músico, que observa la música panamericana desde los ojos del Rock a lo largo de quince versiones. Charly Hernández entrevista al músico.

Hemos llegado a un punto donde se ven las cosas desde otra perspectiva respecto a la juventud. ¿Ahora escribes las canciones siendo quien eres o para ser lo que no eres?
El nuevo material que estoy escribiendo, para mi próximo disco, me parece lo más cercano a un encuentro conmigo mismo, después de años de búsqueda y de rechazar a quién definitivamente no soy. Creo que el cerco se estrecha y el camino va quedando claro, definido y concreto.

Es más, ¿es posible que ahora tus canciones (propias como ajenas), y exactamente las de “Licenciado Cantinas”, se deban escuchar más con el corazón que con la entrepierna?
Espero que la entrepierna y el corazón se unan para escuchar este disco, porque tiene que ver mucho con ambos órganos.

Claro, que desde “mi atalaya” no puedo saber exactamente el sentimiento con el que se tocaron y se interpretaron las canciones en Tornillo (Texas), pero en el documental de “Las venas abiertas de Licenciado Cantinas” se deja entrever algo con el título de uno de los actos: “El artesano”. ¿Tal vez el oficio de cantor (y compositor) requiere y/o emite más pasión que el de artista?
Ya no sé muy bien quién es un artista y quién un artesano. Sean quienes sean, nos entregan su oficio para nuestro disfrute y deleite, y somos, cada uno de nosotros, quienes les otorgamos uno u otro título.

Y tan artesano… que “Licenciado Cantinas” ya no se editará con tu antigua disquera, sino que sale con Blanco y Negro. ¿Será mejor centrarse en las canciones y dejar los temas extra a otros? ¿Tal y como está el asunto lo mejor es hacer uno mismo de Juan Palomo?
Creo que existe en estos días una idea equivocada sobre las bondades de la autogestión y las maldades de la industria discográfica. Ningún grupo se convierte en mejor, ni más honesto porque se autogestione. Pregúntale a Paul McCartney qué opina de Apple. Tener cajas de discos debajo de la cama no nos hace más humanos, sino más desdichados. No le deseo a ninguno de mis compañeros que tenga que lidiar con la distribución, el marketing, los shares y los ratings. Pensar que eso es la panacea, es desearle el mal al prójimo.

Esto me recuerda a aquel tango de Horacio Ferrer, ‘Milonga del trovador’: «Vamos a la distancia, sí, que soy el trovador, si la distancia llama, yo jamás veré ponerse el sol. Vamos a la distancia, ya, y si no llego, amor, vos le darás mi alma de argentino y de cantor». En tu caso sería “de todo el mundo”, pero sin duda uno es caminante. ¿Crees que con la edad se hacen mejores canciones o entran ciertas prisas por crear la mejor canción antes de finar?
Quizás me estás situando en una franja de edad que no tengo. No está en mis planes inmediatos finar, ni despedirme de la afición. Creo que ahora empiezan muchas aventuras emocionantes que pueden ser doblemente sorpresivas, al menos para mí. Espero, eso sí, escribir mi mejor canción en el futuro y no haberla escrito ya.

Vamos a centrarnos de lleno en “Licenciado Cantinas”. Como ya se sabe son versiones, pero las quince que aparecen finalmente en el track-list fueron seleccionadas de entre otras sesenta canciones. ¿Fue muy costoso y sesudo hacer ese corte selectivo? ¿De esos quince temas hubo alguna de más que se terminara grabando también? ‘El Arriero’ (de Atahualpa Yupanqui) era una posible, además ya la tocaste en algún medley con Héroes.
Solamente grabamos las quince canciones que seleccioné. ‘El Arriero’, nunca estuvo en entredicho. Es una gran canción y Atahualpa un grande entre los grandes, pero tuve muy claro que ‘El cielo está dentro de mí’ era el cierre del disco y antesala del que estoy preparando.

Y estamos hablando de unas canciones con un nexo común, que no es otro que la historia de un personaje [El Licenciado Cantinas] visto de manera cinematográfica. Fíjate, que por aquello que cuentas de que estas canciones las escuchaste “castigándote” en las cantinas… me lleva a pensar que hay mucho de ti en el personaje, solo que esta vez, en lugar de escribir, interpretas canciones con las que te sientes identificado.
Claro. Cualquier cantinero de vocación y largo recorrido sabe, comprende y se identifica con el contenido de estas canciones. El cancionero latinoamericano es sabio, profundo y humano. El drama del amor, el abandono, la perdición y la muerte están en los surcos de “Licenciado Cantinas” ¡¡y de tantos boleros, tangos, rancheras, chacareras, valses, guaguancós y habaneras!!

Además es un proyecto que ya tenías pensado desde hace unos ocho o diez años. Comprendería las etapas de “Pequeño” y “Flamingos”, por lo que noto cierto paralelismo por los momentos tan personales en los que te encontrabas por entonces. ¿Podría ser que aquellas canciones con las que te sentías identificado por ciertas circunstancias volvieran ahora a reaparecer por ese paralelismo logrando así la edición final de este disco que hoy nos atañe?
Creo que fue durante la gira de “Flamingos” (2002) cuando empecé a darle vueltas a este proyecto, que en principio se iba a llamar “Arterias”. Fui seleccionando canciones desde esos primeros días, pero las que finalmente hemos grabado, no pertenecen a esa época, sino a las conclusiones de los dos últimos años. Aunque el proyecto viviera en mi cabeza, ha tardado mucho en cobrar la forma que puedes escuchar a día de hoy.

Un concepto que se ha ido fraguando durante mucho tiempo pero que ha terminado creciendo a base de la espontaneidad en el estudio sin ensayos previos. Dejándose llevar un poco por el azar, vaya.
Eso tiene que ver con la metodología de grabación. Me gusta cambiar la forma de enfocar cada grabación de un álbum. Desde nuevos prismas y con esquemas de trabajo distintos, se llegan a conclusiones nuevas y sonoridades refrescantes. En esta ocasión, evité los ensayos previos y la preproducción, y quise aprovechar las características del estudio de grabación y las diferentes salas, para ir arreglando y montando los temas sobre la marcha. La verdad es que, eso también fue posible por contar con una banda estable como Los Santos Inocentes que ya ha pasado el período de rodaje y se encuentra en una madurez que hace posible encarar retos como este.

En lo que a artesanal se refiere (como antes comentábamos) reparo en el trabajo técnico llevado a cabo. Para empezar te llevaste a Texas a Jordi Mora, también grabaste muchas de las canciones en directo con la banda y la incursión de nueva instrumentación, como tubas, acordeones, percusión… Si “Las Consecuencias” era un disco Lo-Fi, ¿Este nuevo trabajo es un disco de alta fidelidad pese a su analogía? Creo que ‘Chacarera de un triste’ podría ser un buen ejemplo de todo ello.
Jordi Mora lleva trabajando conmigo desde hace diez años. Empezó como ayudante de ingeniero y se ha convertido en pieza imprescindible de todos mis álbumes desde entonces, sobre todo en “El Viaje a Ninguna Parte” (2004), “Las Consecuencias” (2010) y “Licenciado Cantinas” (2011). También estuvo en el disco que hice con Nacho Vegas: “El Tiempo de las Cerezas” (2006), en las mezclas del directo “Tour 2007” (2007) y en “Hellville de Luxe” (2008); pero cito esos tres porque creo que tienen un hilo conductor que les emparenta. Ni “El Viaje a Ninguna Parte”, ni “Las Consecuencias”, ni “Licenciado Cantinas” son en mi opinión, Lo-Fi, aunque tienen elementos vintage que los alejan de la mayoría de las producciones Fm de hoy en día. A su vez, se alejan claramente del frío sonido Pro-Tools Home Studio que tanto impera a día de hoy y que a mí tanto me disgusta.

Pero no me puedo dejar algo que, aunque no lo parezca, ya forma parte de tu vida. Me refiero a los guiños a Lost. Anteriormente se pudo ver en el video de ‘De todo el mundo’, en la escenografía del concierto en 3D… y muchos otros detalles que aparecen en el video y making off de ‘Ódiame’. ¿Está Enrique Bunbury pasando su etapa post-Lost?
Me encanta que hagas esa mención. Todos los guiños que he hecho a “Lost” en los últimos años los he considerado guiños privados entre Alexis Morante (director de mis últimos clips) y yo. No pretenden tener mayor trascendencia. Aunque sí te puedo decir que fui un seguidor fiel de cada una de las temporadas de la serie. En cuanto a lo de mi etapa post-Lost sólo decirte que la vida era mucho mejor cuando quedaba algún capítulo por ver.

¿Sabes? “Licenciado Cantinas” (y ‘Ódiame’) me recuerdan bastante a “Together through life” de Dylan. Vale, lo suyo eran temas propios, pero ese disco se gestó para ser parte de una banda sonora e incluso tiene mucho blues y tiene mucho de Nueva Orleáns, cosa que también se impregna en tu disco gracias a la harmónica de Charlie Musselwhite. Creo que podría andar cerca del homónimo de The Felice Brothers. No sé si estarás de acuerdo conmigo en esa apreciación.
En todo caso, una banda sonora ficticia. La película sólo existe en mi cabeza. Pero sí, tiene mucho del blues del Delta y de New Orleans. Y me gustan mucho los Felice Brothers, incluso su polémico último álbum (“Celebration, Florida”, 2011), que efectivamente, escuchaba mucho durante mi estancia en Tornillo (Texas).

Además de la instrumentación similar como lap steel, banjos… En tu caso toca el acordeón el mítico “Flaco” Jiménez en ‘Llévame’ y ‘La tumba será el final’, pero en el de Dylan era Dave Hidalgo, que a su vez toca la guitarra en ‘El solitario’ dentro de “Licenciado Cantinas”. ¿Sería entonces un álbum con canciones panamericanas pero musicalizado, en su mayoría, de la manera tradicional norteamericana? De Tierra de Fuego hasta Río Grande, you know.
Sí, esa era la idea. Lecturas del cancionero panamericano desde la perspectiva de un músico de Rock, cuyos intereses actuales se centran en las raíces de la música tradicional. En definitiva, concluyo definiéndome como un tipo que hace “música popular electrificada”.

Aunque, efectivamente, el gran Eliades Ochoa (junto a “Flaco” Jiménez) da el toque más latino, en este caso sería caribeño con ‘Mi sueño prohibido’. No obstante, ¿cómo se lograron estas colaboraciones? ¿Todos sabían de tu buen hacer o para ellos fue “una colaboración más” aunque para ti fuese lo más grande? Mira, ahí queda la relatividad entre lo que es grande para unos y pequeño para otros.
Les escribí, hasta que conseguí que me escucharan, se interesaran por mis discos previos y aceptaran colaborar en mi nuevo proyecto. Para cada uno de ellos había reservado un lugar en el que podían lucir sus increíbles talentos. Mira, a día de hoy, la mayoría de los discos vienen plagados de colaboraciones y duetos forzados. Lo último que quería era pensar en cantantes que llamaran la atención por sus nombres y valores en el mercado. Pensé en Charlie Musselwhite, Eliades Ochoa, Dave Hidalgo y “Flaco” Jiménez porque, en lo que yo quería hacer, ellos eran maestros y podían ayudarme a encontrar el camino que buscaba. Sus conocimientos, sus grabaciones, sus talentos y sus edades les avalan. No hay más que hablar y sólo queda rendirse ante ellos. Y agradecerles en el alma que hayan accedido a participar en un disco de alguien como yo, que no les llega ni a la suela del zapato.

Otro músico que se ha subido a este vuelo es Quino Béjar, donde su percusión es clave en este disco. ¿Qué fue antes, la idea de un álbum protagonizado por percusiones o la inclusión de Quino para que después aparecieran esos ritmos?
Tenía claro que para este álbum (y para el que estoy preparando), un percusionista era imprescindible. Quino es un veterano de la bastardía española. ¡¡¡Sus primeras grabaciones fueron en discos de La Orquesta Platería y de Gato Pérez!!! Creo que Los Santos Inocentes han dado un paso de gigante con la incorporación de Quino.

Pero no se quedan en el estudio, pues en la gira se adaptan temas antiguos a este sonido, como ‘Big Bang’ pasada por el filtro latino y funky con el efecto wah-wah, muy parecido al ritmo que tenía ‘El Anzuelo’ con ‘I ain’t hiding’ de Black Crowes. ¿Serán todas las canciones del repertorio del directo llevadas al sonido que se ha trabajado en “Licenciado Cantinas”?
Ya sabes que en cada gira suelo darle un repaso a los arreglos de las canciones de mis discos anteriores. Algunos son cambios sutiles y otros radicales. En esta ocasión hemos preparado un repertorio muy amplio que iremos desgranando a lo largo de las giras del 2012: España, Suramérica, Centroamérica, Caribe, México y USA. Tenemos tiempo y conciertos por delante para ir, poco a poco mostrando algunas de las sorpresillas.

Si hablo del cambio sonoro en cada etapa hay que destacar el estilístico. Man, bajo mi punto de vista, adoro que hayas vuelto a las llamas y bordados. ¿Es también una forma de homenajear a los músicos de Narcocorridos o a figuras americanas como ZZ Top o Gram Parsons?
He tenido la suerte de toparme con Jaime Castaneda, maestro de los Nudie Suits. Ha trabajado con Wilco, Ben Harper, Bob Dylan, Chris Isaak y ZZ-Top. No podía dejar pasar la oportunidad de llevar uno de sus míticos trajes, así que le encargué el Nudie in flames que llevo en esta gira.

Por cierto, observo que en los set-list de la gira con Zoé los títulos de las canciones elegidas de tu antiguo repertorio tienen un nexo común. Hablo por ‘Big Bang’, ‘Deshacer el mundo’, ‘Que no sepa tu mano izquierda lo que hace la derecha’, ‘El extranjero’… todas conllevan un mensaje urgente y social que incita al movimiento y al cambio. ¿Procuras que siempre quede latente ese lado sociopolítico en los conciertos?
Tienes toda la razón y te agradezco que hayas advertido la intención. Porque, en efecto, hemos rescatado canciones del pasado por el contenido social y político de sus letras. Nunca fue aleatoria la selección, y menos que nunca, en esta gira.

Para ir cerrando… ha saltado a la palestra una serie de declaraciones tuyas donde dejabas la puerta abierta al regreso de Héroes del Silencio. Por otro lado, tus compañeros Joaquín, Juan y Pedro ya hablan hasta de la idea de grabar un disco. Estamos de acuerdo en que fue una etapa, pero, ¿no crees que menear este “cadáver” es algo que acaba siendo algo aburrido y jugoso para otros?
Yo dije lo que dije, y algunos compañeros de la prensa, leyeron entre líneas lo que no ponía. Una cosa es advertir que no puedo adivinar el futuro y otra cosa, interpretar que se avecina lo que ni siquiera se asoma.

Mira que si vuelven Héroes del Silencio con otro cantante… ¿Lo ves factible aunque sea remotamente? (Sinceramente) Cosas más raras se han visto. En fin, ahí lo dejo.
Sí, efectivamente, cosas más raras se han visto. Yo también lo dejo ahí.

Citando a José Alfredo Jiménez (y tal y como dice Calamaro): «entre nubes de algodón haremos nuestro nido». Enrique, pese a la constante búsqueda, ¿te encuentras ahora en un momento en donde lo personal se apoya en lo musical haciendo que te sientas –de algún modo- más pleno que nunca?
Me siento más capacitado que nunca para hacer discos y conciertos, personales, profesionales y plenos.

Fuente: Mundo Música (España)

EL SUEÑO AMERICANO

Entrevista con el músico que acaba de lanzar el disco Licenciado Cantinas, en el que ofrece su particular versión de temas de diversos países y estilos latinoamericanos.

El inquieto rockero adapta la música tradicional de Latinoamérica en su nuevo disco.

Después de haber dedicado toda una década a imaginar un álbum de versiones del cancionero tradicional latinoamericano, Bunbury quiere dejar claro que Licenciado Cantinas no es un disco menor, aunque si parece seguro que se trata de una transición hacia una etapa muy diferente, que estará marcada por los considerables cambios que ha experimentado en los últimos años. Reside en Los Ángeles desde 2009, en febrero fue padre de una niña - llamada Asia - y, de un modo gradual, su revisión del oficio del músico influye cada vez más en sus canciones.

Licenciado Cantinas es su séptimo disco en solitario. Una obra singular. Tras nueve conciertos en EE.UU junto a Zoé, lo presentará en España durante enero y febrero.

P.- Las canciones de Licenciado Cantinas representan una gran diversidad de estilos, culturas y procedencias. ¿Era importante reunir ese carácter panamericano?

R.- Sí, no quería que el disco se concentrara exclusivamente en países que me cautivan por su riqueza como México, Cuba o Argentina, ni en géneros bien conocidos como el tango, la ranchera o el son. Así que su aparición debía ser medida y equiparada a la pasión que siento por géneros menos habituales y países cuya aportación, a veces, es obviada por la visión generalista.

P.- ¿Son canciones y músicas que escucha la gente joven o son de los mayores?

R.- En Latinoamérica hay radios genéricas que siguen programando las canciones antiguas; hay una en Perú que pone 24 horas diarias de Chabuca Granda. También es muy destacable que en cada rincón del continente hay músicos callejeros que interpretan el cancionero por restaurantes, plazas, cantinas y fiestas.

P.- ¿Este disco es también un esfuerzo por revelar la pertinencia de estas músicas en la actualidad?

R.- La dictadura de la actualidad nos obliga a comprar un libro con tapa dura el primer mes de su edición, el último disco del último grupo del último sello del último rincón del mundo… Eso puede ser algo interesante cuando sigues la literatura o la música o a algún autor con interés exagerado o profesional. Sin embargo, la mayoría de los aficionados finalmente tienen una relación más natural con la música, la literatura o el cine, y hay discos, libros y películas que aguantan el paso del tiempo y son válidos en cualquier momento de tu vida. Ese cancionero latino es universal, clásico, atemporal, imperecedero, y moderno y de actualidad.

P.- ¿Se siente embajador de la música latinoamericana de cara a su público español, que se ha formado mayoritariamente en el rock anglosajón y en el español?

R.- Se que existe un boquete cultural en muchos de nosotros; muy razonable, por otro lado. Yo no deseo hacer de profesor ni de embajador, sólo hago los discos que me gustaría oír; pero me parecería increíble que alguien descubriera algo de la música latinoamericana a través de un disco mío. Me sentiría más que honrado.

P.- Licenciado Cantinas es un álbum al estilo clásico, con un orden deliberado de canciones y una intrahistoria. ¿Es una forma de hacer las cosas a su gusto o de ofrecer algo totalmente distinto al modelo de consumo de música MP3? Incluso parece que suena mejor en un equipo de música que en los auriculares, como hoy es común…

R.- Tienes toda la razón. Es un disco para escuchar en un equipo de música de los que nadie tiene ya en casa. Necesita del espacio entre las orejas y la fuente de sonido… Para este álbum quisimos rizar el rizo y, una vez tuve la historia hilvanada en mi cabeza, realicé la secuencia de canciones y, con este orden, nos dispusimos a grabar tal y como aparecerían las canciones en el disco. No pretendo enfrentarme a los tiempos modernos en los que muchos escuchan canciones sueltas de un disco pero, tal y como yo lo he concebido, creo que se disfruta y se entiende mucho mejor al completo.

P.- La Instrumentación prima los sonidos orgánicos (contrabajo, piano, acordeón, mucha percusión…), pero todo está tocado como una banda de rock & roll.

R.- Más o menos, ése era el esquema de la instrumentación; un grupo de rock reconstruyendo diferentes palos de la música panamericana. La gran incorporación ha sido Quino Béjar, maestro que proviene de la Orquesta Platería y de los discos del Gato Pérez.

P.- Y el sonido es muy físico, parece que uno pudiera tocar las cosas que suenan, como si la canción resonara en una habitación, algo igualmente poco habitual hoy en día.

R.- Es una reivindicación de la sala de grabación como instrumento y del aire, del espacio que se pierde en una grabación digital. Tuve largas charlas con los coproductores sobre detalles técnicos aparentemente insignificantes, como la situación de cada instrumento en el panorama o el tipo de sala donde debíamos ubicar cada canción; queríamos que pudieras imaginar a la banda interpretando la canción en una sala grande o pequeña, cuadrada o profunda.

P.- En la gira, ¿recuperará las canciones anteriores con este tratamiento?

R.- En cada gira reviso el cancionero y rehago los arreglos de las canciones, adaptándolas a la producción y sonido del último disco. El gran dilema de alguien que lleva 25 años y que tiene un pasado reconocido es hacer que el material más actual se haga un hueco entre los clásicos. Al final, no sé quienes son mas conservadores, si los músicos o el público. Mi idea en esta gira es obviar mis primeros diez años de carrera y concentrarme en los últimos y, particularmente en mis últimos tres discos.

P.- Acaba de salir un CD en directo de Héroes del Silencio, Live in Germany, ¿Le parece bien que se haya publicado?

R.- No. De hecho, transmití a EMI mi desacuerdo con su edición, pero al parecer, mi opinión no la consideraron importante.

P.- Sus excompañeros han empezado a trabajar en nuevas canciones y parece que actuarán en 2012, siempre bajo el nombre de Héroes. ¿Se ha sentido incómodo?

R.- Me alegro por ellos. Que después de los 15 años que han pasado desde la separación del grupo hayan retomado la pasión y el gusto por la música y los escenarios, es una buena noticia. Les deseo la mejor de las suertes.

P.- ¿Cómo ha cambiado la paternidad su forma de ver la creatividad artística y el uso de la música como forma de expresión?

R.- Tengo una sensación increíble de fortaleza y de renovación. Ver las cosas desde primas diferentes es el motor de la vida. Pienso que las canciones que estoy preparando para mi próximo álbum poseen una simiente distinta que me llevará a otro lugar no visitado antes. El álbum está prácticamente escrito y terminado, pero necesitaba que la banda hiciera antes Licenciado Cantinas; era imprescindible que trabajáramos con esta tradición antes de meternos en una aventura más compleja.

P.- ¿Cómo es su vida en Los Ángeles?

R.- Los Ángeles es un monstruo difícil de aprehender. Yo lo comparo con navegar por Internet: es fácil perderte. Es necesario que, antes de empezar, sepas que buscas y que te interesa, porque no puedes deambular o pasear sin rumbo como en Madrid o Barcelona. Teniendo esa pasión previa antes de salir de casa, Los Ángeles te la ofrece, por obscura o freak que te parezca.

P.- ¿Cómo percibe España desde la distancia?

R.- Estoy al tanto de lo que ocurre en nuestro país y creo que tenemos que hacer un esfuerzo creativo para mejorar las cosas. Estamos asistiendo a un momento importante de cambio en todo el mundo. Todo depende del grado de cambio que queramos para el futuro, así será de profundo el esfuerzo individual de cada uno de nosotros. Creo que ya no toca esperar que los gobiernos hagan algo por nosotros. Hace tiempo que nos dieron la espalda. Y creo que es importante concentrarnos en que cada uno aporte lo que sepa.

P. ¿Sigue la actualidad música en España, tiene aún ese interés?

R.- Sí, claro. Considero que España es una fuente importante de talento y que en estos momentos estamos viviendo una explosión de creatividad. Me gusta Guadalupe Plata, Pony Bravo. Very Pomelo, Los Cuantos, Alfa, los Nu Niles, Pablo Galiano… Y muchos de los más conocidos: Diego Vesallo, Julio de la Rosa, Havalina, Vetusta Morla, Amaral, Quique Gonzáles, Nacho Vegas, Extremoduro… Hay mucho y bueno por ahí.

P.- Ha sido un animal del directo al estilo clásico. ¿Ha cambiado algo en esa actitud? ¿Se siente menos artista y más músico?

R.- Me siento más músico. No porque antes no lo fuera sino porque, ciertamente, hago más hincapié en que lo que hago proviene de la evolución, armonización, melodía, rima y ritmo, y que la expresión física y el sudor son consecuencias, no la causa.

Fuente: La Luna de Metrópoli (España)

IV PREMIOS GARRIDO ROCK

Votá por BUNBURY en los IV Premios Garrido Rock 2011 en las categorías
- MEJOR CANTANTE MASCULINO 2011
- MEJOR SOLISTA CON/SIN BANDA 2011


VOTALO AQUI

BUNBURY RECIBE DISCO DE ORO

La nueva placa del zaragozano titulada 'Licenciado Cantinas', ha sido condecorada por su alto número de ventas.

La lealtad mostrada por los fieles seguidores del autor español Enrique Bunbury, se ve reflejada una vez más en cifras, ya que su más reciente producción 'Licenciado Cantinas' lo llevó a recibir Disco de Oro a unas horas de su lanzamiento oficial.

"Estoy honrado por este premio, es un gran logro y me siento afortunado de poder compartirlo con todos ustedes, quienes hacen que todos los días valga la pena trabajar", señaló Bunbury este jueves.?"Licenciado Cantinas muestra dos facetas mías, por un lado, la que todos conocen como intérprete y la otra, como productor, en la que pretendo buscar sonidos que tiendan un puente entre el rock y la música tradicional latinoamericana", agregó.

El ex líder de Héroes del Silencio aprovechó para reiterar su admiración por José Alfredo Jiménez, una de las principales figuras que lo inspiraron durante el proceso creativo de su nuevo álbum.

"Si hubiéramos coincidido, le hubiera pagado una cuenta en el Tenampa".

NIEGA REGRESO DE HÉROES DEL SILENCIO

Con respecto a un reencuentro con la banda que lo llevara al firmamento, Bunbury descartó tajantemente dicha posibilidad, argumentando que Héroes tuvo un principio y un fin; y alterar ese ciclo sería faltar al respecto al legado del grupo.

"Sin embargo, Héroes del Silencio tuvo un principio y un final hace 16 años. Después de eso, hicimos una gira en 2007 que fue, así lo dijimos y lo sentimos, una forma de cerrar la historia de una forma un poco más amable de cómo fue en el 96, que resultó caótica, desastrosa y poco amable", afirmó.

Fuente: Record (México)

17 diciembre 2011

BUNBURY LE CANTA A LATINOAMÉRICA

El español recoge en su nuevo disco, Licenciado Cantinas, las canciones populares que conoció en el continente. También negó el regreso de los míticos Héroes del Silencio.

José Tejedor, Casas Padilla, Ricardo Ray y Atahualpa Yupanqui son algunos de los cantautores elegidos por Bunbury, que admite que son artistas que escuchaban sus padres.

"Creo que estas canciones tienen determinada profundidad que necesita de cierta edad, porque las puedes cantar y conocerlas siendo muy chavo, pero realmente las comprendes en todo su contenido cuando eres más adulto", explicó.

"Ahora considero que la influencia de estos autores en mi forma de componer es tan importante como la de Bob Dylan, John Lennon, Paul McCartney o los Rolling Stones. Este disco es un homenaje a lo aprendido", agregó Bunbury sobre el álbum.

Licenciado Cantinas cuenta con 15 temas, tomados del cancionero popular latinoamericano, que marcaron al español durante sus distintas estancias en la región. Además de escuchar la música local, Bunbury confesó que "entre canción y canción" se tomó "algún tequila".

En noviembre, presentó el primer single, Ódiame, poema de Federico Barreto, que cantaba el arequipeño Rafael Otero López.

El cantante también compartió online el documental Las venas abiertas de Licenciado Cantinas, sobre el detrás de escena en el estudio de grabación. Y ahora está en plena preparación de su gira para el próximo año, que iniciará en España y continuará por Latinoamérica.

Por otro lado, Bunbury fue consultado por la prensa acerca de un posible retorno con el ex grupo Héroes del Silencio. "Creo que el pensar que puede volver a hacerse es faltar un poco a mi palabra, incluso al legado y las canciones de Héroes", aseguró.

Fuente: InfoBae (Argentina)

BUNBURY RINDE HOMENAJE A AGUSTÍN LARA

El cantante español lanza su nueva producción Licenciado Cantinas en la que interpreta El mar, el cielo y tú, original del músico-poeta veracruzano.

Enrique Bunbury no ha ocultado nunca su admiración a la cultura de México y América Latina; el zaragozano aprovecha su más reciente producción discográfica para hacer patente "la vena latina" que corre dentro de él.

Este 13 de diciembre, Enrique Bunbury lanzó a nivel mundial su nuevo material Licenciado Cantinas, un disco que él mismo considera "narrativo y cinematográfico" que se vale de una colección de canciones latinoamericanas para contar la historia de su nuevo alter ego: el Licenciado Cantinas.

"Es un homenaje a la música latinoamericana ... una mirada de agradecimiento por todo lo bueno, todo lo que he aprendido a través de esos compositores clásicos de diferentes países y géneros", ha señalado el artista, de acuerdo a lo que reporta su sitio oficial.

Entre las 15 piezas latinoamericanas seleccionadas por Bunbury, destaca El mar, el cielo y tú, original del músico veracruzano Agustín Lara.

La canción del músico poeta es la encargada de abrir el séptimo álbum en solitario del músico zaragozano (sin contar aquellos en vivo y en colaboración con otros artistas) desde su separación de Héroes del Silencio.

La interpretación de Bunbury y su banda Los Santos Inocentes sólo es instrumental y es la introducción para la carga emocional del álbum, a través de la cual, se conocerá la historia de este nuevo personaje, el Licenciado Cantinas.

Enrique Bunbury no ha presentado fechas para posibles presentaciones en México para promocionar el disco, sin embargo ha confirmado su participación en el festival Vive Latino 2012.


Fuente: El Universal Veracruz (México)

16 diciembre 2011

VIDEOCHAT CON BUNBURY



Fuente: 40 Principales (México)

ENTREVISTA A HÉROES DEL SILENCIO

Héroes del Silencio vuelven, aunque sin cantante ni material nuevo. Con motivo de la salida del directo Live in Germany, un potente concierto celebrado durante la gira posterior a la publicación de El Espíritu del Vino, nos reciben en Madrid Juan Valdivia y Joaquín Cardiel, en un paréntesis en la promoción del nuevo lanzamiento. Parecen tener ganas de quedarse.

Supongo que no lo recordáis con exactitud, pero escuchándolo ahora, con la distancia del tiempo ¿cómo describiríais este concierto celebrado en Coblenza?

Joaquín: este concierto está incluido en la gira que hicimos tras publicar El Espíritu del Vino, ya veníamos muy rodados de lo que era todo el verano y habíamos hecho muchos conciertos, tanto en Alemania como en España. Yo creo que refleja un momento de la banda muy potente. El concierto además no tiene nuestra producción, sino la de la televisión y refleja lo que es el grupo en estado puro. Tiene mucha cañita y refleja lo que era la banda en ese momento. Es el colofón a esos primeros intentos que hicimos de tocar por Europa, que empezamos muy poco a poco, como hicimos en España, en sitios muy pequeñitos... y por el boca a boca, con el apoyo de parte de la compañía, de algunos promotores... alemanes en especial. Eso fue creciendo y llegó un momento en que se hizo realidad el sueño de poder tocar por aquellos sitios donde tocaban las bandas que nos gustaban de toda la vida. Compartir escenario en los festivales europeos... Llegabas a un sitio en el que por ejemplo tocaba Motörhead y al día siguiente tocabas tú... era algo que nos llenaba de orgullo porque era lo que siempre nos había gustado hacer.

Alguna vez habéis dicho que no tuvisteis mucho apoyo por parte de la compañía cuando salisteis a Europa... ¿Cómo fueron esos inicios por el continente?

Juan: yo creo que sí que hemos tenido apoyo, sobre todo en España. Esto lo quisimos hacer nosotros porque nos lo podíamos permitir: intentar tocar en sitios más pequeños. El primero fue en Winterthur, en Suiza. Cogimos la furgoneta en Zaragoza y nos fuimos allí. No sé cómo había surgido ese concierto, a través de unos amigos...

Joaquín: el manager de Phil (Manzanera).

Juan: ... o el tipo este de Bruselas... Estuvimos haciendo conciertos en bares. Apenas había escenario, casi tocábamos en el suelo, pero la gente lo pasaba bien y en muchos conciertos de repente aparece un promotor, le gusta, ve la reacción del público y dice “pues meteros aquí...” Pero fíjate si había apoyo por parte de la compañía que en la MTV se estaba viendo 'Entre dos tierras' y la MTV se coge en toda Europa... a lo mejor hasta en América con una parabólica buena... Sí que había gente que te conocía. No fue como no ser nadie y ponerte ahí.

Joaquín: para el 93, que es de cuando es este disco, ya se había publicado Senderos (de Traición) en Alemania y había sido disco de oro y en Suiza también. Este disco ya es algo consolidado, la banda ya está consolidada en Alemania, pero los principios fueron de poquito a poco.

Juan: nosotros no íbamos a Alemania, íbamos donde nos llamaran... fuimos también a Italia, Dinamarca, Bélgica, Suiza... y Alemania era otro más. Lo que pasa es que es muy importante y parece que arrastra todo lo que es el centro de Europa.

¿Cómo surgió la idea de sacar este directo en concreto? ¿Ha sido algo que teníais pensado hace tiempo, os lo propuso la compañía...?

Juan: todos los años, gracias a que el grupo no ha muerto, sale algo. Una recopilación, una remasterización de algo anterior... algo sale, y eso es porque el público lo quiere, y eso es de agradecer, porque sin hacer nada, que salgan las cosas, pues es mucho apoyo. De repente un concierto pues sí que es algo nuevo si es fuera de España y en DVD, porque conciertos en directo hay en CD, y hay muchos, pero no en DVD... y además que no nos lo esperábamos, así que al verlo nos trajo muchos recuerdos y cierta nostalgia, que nos dio marcha para apoyarlo y dar una vuelta por ahí promocionando, para ver cómo está la gente con nosotros.

Eso también quería preguntaros: ha ido saliendo material durante todo este tiempo, también en directo, como 'El Ruido y la furia', pero en este os estáis involucrando más...

Juan: hombre, la reacción del público en 2007 fue tan desmesurada y tan calurosa, que casi vamos a firmar discos para poder darle un abrazo a algún fan que nos quiere muchísimo y se lo merece, porque no le hemos dado nada nuevo, pero está muy contento con nosotros. Pues es un poco acercarnos y devolverles lo que nos han dado en la medida que podamos.

La iconografía de este disco recuerda mucho a la de una etapa concreta de Héroes, en la que había muchos símbolos...

Joaquín: llevamos desde marzo planeando este álbum y hemos rescatado al diseñador de 'El espíritu del vino' y de parte de nuestros trabajos, y se pretendía eso... teníamos 'El mar no cesa', con su disco 'En directo', 'Senderos' (de Traición) con su 'Senda 91' y 'Avalancha' con 'Parasiempre'. Parece que faltaba el disco en directo de 'El espíritu del vino'. Hemos tratado de mantener esa simbología y ese aspecto visual en la elaboración del disco.

Juan: hemos buscado las fotos de la época... en el interior del disco están las fotos de cuando éramos pequeños.

¿Os sentís más cómodos con esas imágenes o igual de cómodos con las de, por ejemplo, 2007?... En mi opinión hay una diferencia bastante grande entre ambas iconografías...

Joaquín: es lo que había en ese momento... lo que aparece en el disco es del material que había en esa época: tanto las fotos, como la memorabilia que hay del propio concierto. Todo lo que hay es genuino de entonces. Había que tener un poco de consistencia... tampoco vamos a aparecer con las fotos de ahora... no tendría mucho sentido.

Hablando del tema de “moda”... Enrique hace unos días dijo, ante una posible vuelta de Héroes, que “nunca se sabe”, dejando una puerta medio abierta. Por otro lado, en el especial de Rockzone, publicado hace unos meses, tú Juan no parecías muy dispuesto ya que decías que aún quedaban rencillas, presentes y futuras... en cambio, en la entrevista de El Heraldo, decís que sí que os apetecería, como mínimo, juntaros y ensayar... ¿qué podemos pensar los seguidores de todo esto?

Juan: Joaquín, Pedro y yo tenemos ganas de tocar. Hacía mucho que no nos veíamos, desde 2007, pero eso fue una gira. Ahora hemos tenido una cercanía que nos lleva a intentar hacer algo. Por otra parte, las rencillas no son cosas de las que quiera hablar ahora, pero sí que es verdad que a este grupo le queda todavía un camino por recorrer y descubrir.

¿Ha participado Enrique en el lanzamiento del disco?

Juan: no, su manager ha dicho que como él saca un disco pues que no le interesa que salga uno de Héroes, y nosotros no tenemos que estar esperando a nadie para sacar un disco de Héroes.

Y estas ganas que tenéis de reencontraros, de hacer cosas... ¿las habéis comentado con él?

Joaquín: no, están surgiendo sobre la marcha. Tampoco hay nada concreto... nos estamos juntando ahora, nos acordamos de lo que fue y queremos poner ideas en común y ver cómo sale, pero ya te digo, no hay una dirección en concreto por dónde tirar, sino que empezaremos a ensayar y a ver lo que pasa.

¿Se lo plantearíais a Enrique?

Juan: se va a enterar.

Joaquín: hombre, estaría fantástico que pudiéramos estar los cuatro, veremos lo que pasa. De momento, lo que vamos a hacer es estar los tres que estamos en Zaragoza, y si físicamente nos podemos reunir, lo vamos a hacer.

¿Os habéis planteado hacer algo con otra voz?

Joaquín: en función de lo que pase, habrá que ver cómo se reacciona, claro.

Juan: no está descartado...

Joaquín: hablar antes de nada, si no nos hemos puesto en común y no hemos tocado, es un poco prematuro ver cómo van a ser las cosas, pero la idea es que sí, que nos apetece hacer algo. Si estamos los 3 y no hay una conjunción para estar los 4, pues algo habrá que hacer, lógicamente.

Cambiando de tema... ¿Qué balance hacéis de la gira de 2007?

Juan: acojonante... llenar cinco o seis estadios, tener un reconocimiento que no habíamos tenido nunca, un impulso y ganas de pensar que sí, que deberíamos hacer algo y que nos anima... saber que hay mucha receptividad hacia nosotros. Tenemos la puerta abierta y eso, quieras o no, nos empuja a cruzarla.

¿Os ha animado más este disco que la gira?

Juan: no, la gira más... esto es importante porque tanto decíamos “que hemos triunfado en Alemania, que sí, que sí...” pues así se ve un poco.

Joaquín: también es importante porque nos ha puesto de nuevo en común a trabajar y se ha encendido otra vez la chispa de querer hacer cosas nuevas.

¿Este disco sale también en el mercado europeo?

Joaquín: sí, se publicó el martes (22 de noviembre) simultáneamente en Austria, Alemania, Suiza y España y para principio del año que viene se publicará en Latinoamérica.

En mi opinión, hay una diferencia importante entre lo que se escuchó en 2007 y lo que se escucha aquí, que es algo con un poco más de dureza... ¿lo que fue 2007 es lo que podía haber sido Héroes del Silencio a partir del 96?

Juan: no... A partir del 96... Vamos a soñar, a imaginar: yo creo que hubiéramos ido afianzándonos como un grupo de rock y habríamos ganado prestigio, haber parecido que éramos un grupo de verdad, de los que duran mucho... lamentablemente no fue así, no hubo más discos. En 2007 pienso que tocamos bastante bien en los conciertos las canciones que teníamos... incluso algunas las mejoramos.

Joaquín: el concierto de Live in Germany está metido en una gira en la cual no sé qué número de conciertos sería, pero estuvimos todo el verano tocando día sí, día también, y en circuitos de rock y con un ambiente muy cálido... y claro, eso se refleja. También éramos más jóvenes...

Juan: tocábamos lo que había, lo que teníamos, pero en 2007 tratábamos de tocar lo que sabíamos que a la gente le había gustado. Por ejemplo, a veces uno me había dicho, durante muchos años, “mi favorita es la Sirena Varada”; sé quién me lo ha dicho, un tío especial que siempre está loco con esa. Otro que te dice “pues mi favorita es esa”... eso se te va quedando y cuando vas a preparar un concierto pues dices “¿cuáles les gusta? Esta, esta y esta...” y así fue. En 2007 hay una recopilación de lo que la gente quiere oír.

Como os hemos comentado, Manerasdevivir.com es una página dedica al rock estatal. Tradicionalmente, Héroes del Silencio habéis estado relacionados con otros medios más generalistas, menos centrados en el rock... ¿cuál ha sido vuestra relación con los medios más centrados en el rock?

(Joaquín señala un ejemplar de Heavy Rock que tiene sobre la mesa y sonríe)

Sí, ahora sí, pero anteriormente, cuando estabais en activo...

Juan: el primer disco de Héroes fue pop, entonces el público de rock dijo “nada, nada, esto no...” El segundo fue un poco más rock y dijeron “ah, bueno...” el tercero dijeron ya “ah sí, esto está de puta madre” y el cuarto ya su favorito. Fuimos ganándolo poco a poco.

A veces he tenido la impresión de que se os criticaba un poco por no parecer demasiado duros, demasiado rock... no sé si vosotros percibíais esto.

Joaquín: bueno, originalmente, el grupo, cuando grabó “El mar no cesa”, fue con unos medios limitados, con una inexperiencia y con muchas ganas y el directo de ese disco trataba de reflejar el sonido real de la banda. Digamos que fuimos intentando alcanzar ese sonido que sabíamos que teníamos y el potencial que teníamos en cuanto a rock y como dice Juan fue una progresión, poco a poco...

¿O sea que no sentís que haya habido un trato diferencial por parte de algunos medios?

Juan: sí, pero tienen derecho a decir lo que opinan. Además es que la mayoría acierta: al principio no éramos rock, o no tanto como los grupos que ahí se promocionan, y al final pues bastante más... y cada cosa en su sitio.

Fuente: Maneras de Vivir