El intérprete español cantó por dos horas en la explanada del Complejo Cultural Universitario.
El
aire, la lluvia y el frío fueron los tres factores que podían
perjudicar la noche mágica, pero la complicidad entre el cantante y el
público se manifestó durante todo el show, pues el primero no dejó de
cantar y los segundos de ovacionarlo.
Durante las dos horas que
duró el concierto de Enrique Bunbury en la explanada del Complejo
Cultural Universitario, jamás dejó de llover. El cantante español
demostró el amor que le tiene a sus fans, y éstos a él, pues el diluvio
que cayó no importó y nunca dejó de cantar ni sus seguidores de
ovacionarlo.
El aire, la lluvia y el frío fueron los tres factores
que podían perjudicar la noche mágica de Bunbury. La bienvenida que le
dieron los 8 mil 200 seguidores reunidos en el CCU, en punto de las 9 de
la noche, fue más que suficiente para que se animara a cantar y se
olvidara del chubasco.
La complicidad entre el intérprete y el
público llegó en la canción número 15 de 21, "De todo el mundo", pues la
gente coreó la estrofa que dice: "soy vagabundo, siempre de paso, de
aquí de allá, de todo mundo". Bunbury dejó de emitir su voz por un
segundo -todo empapado, su cabello se volvió lacio, los chinos que lo
caracterizan ya no estaban ahí, la lluvia se los había quitado- para que
nada sólo escuchara la voz de los fans.
En sus palabras,
reconoció a los asistentes por estar ahí, parados en las sillas hechos
una sopa, para no dejar de cantar ni de moverse ante el torrencial que
cayó el sábado por la noche: "muchas gracias, somos conscientes de lo
que está lloviendo. Les agradecemos que nos escuchen".
El español
dio un repertorio variado, pues tocó canciones de su nuevo álbum y otras
de cuando se lanzó como solista en 1997, por ejemplo "Big Bang" del
álbum Radica sonora. De su más reciente material, Licenciado cantinas,
interpretó siete canciones: "El mar, el cielo y tú" -con el que abrió el
concierto-, "El solitario", "Ódiame", "Ánimas que no amanezcan", "Los
habitantes", "El día de mi suerte" y "El cielo está dentro de mí".
Al
terminar la velada, el intérprete de "Puta desgraciada" le dio un
regalo a sus fieles fans, pues aunque su contrato lo obliga a cantar por
90 minutos, el show duró 120 y cerró con la canción con que siempre lo
hace: "…Y al final".
Las 21 canciones que conquistaron
El mar, el cielo y tú
Llévame
El solitario
Big bang
La señorita hermafrodita
El extranjero
Ódiame
Puta desagradecida
No me llames cariño
Ánimas que no amanezca
Los habitantes
Sácame de aquí
Que tengas suertecita
El día de mi suerte
De todo el mundo
Sí
El hombre delgado
El cielo está dentro de mí
Bujías para el dolor
Infinito
...Y al final
Llévame
El solitario
Big bang
La señorita hermafrodita
El extranjero
Ódiame
Puta desagradecida
No me llames cariño
Ánimas que no amanezca
Los habitantes
Sácame de aquí
Que tengas suertecita
El día de mi suerte
De todo el mundo
Sí
El hombre delgado
El cielo está dentro de mí
Bujías para el dolor
Infinito
...Y al final
Fuente: Quinta Columna
No hay comentarios:
Publicar un comentario