El llamado Licenciado Cantinas se presentó por tercera vez en el Imperial, donde interpretó sus temas melancólicos.
Enrique
Bunbury se presentó por tercera ocasión con el público acapulqueño que
lo recibió con múltiples ovaciones el viernes por la noche en el
escenario del Forum Imperial.
Con una hora de retraso dio
inicio el concierto de "El licenciado Cantinas" que fue presenciado por
personas jóvenes, maduras, hombres y mujeres por igual que gritaban
eufóricos "Enrique, Enrique", entre una canción y otra.
El
cantante español abrió la noche con los temas "Llévame" y "El Solitario
(Diario de un borracho)" y luego saludó a sus seguidores: "Acapulco
Guerrero muy buenas noches; gracias a todos por acompañarnos, es un
honor estar con todos ustedes. Vamos a cantar ahora algunas canciones
cantineras melancólicas y esperamos que sean de su agrado", dijo.
Ataviado
con camisa negra y un traje color rojo con una calavera dibujada en la
espalda, salió al proscenio el ex Héroe del silencio a conquistar una
vez más a los mexicanos y continuó con los temas "Irremediablemente
Cotidiano", "La señorita hermafrodita" y "Ódiame".
Contacto
Por
momentos, Enrique Bunbury se acercaba a su público y uno de sus
fanáticos pudo entregarle una cadena que el cantante guardó en el
bolsillo izquierdo de su chaleco.
"Una canción triste", fue
probablemente la menos coreada entre el repertorio que, en general,
convirtió del Forum un karaoke gigante comandado por el zaragozano
canción tras canción.
Bunbury se presentó acompañado por seis
músicos, dos de los cuales portaban un estilo similar al del cantante
que con algunos movimientos y las luces estroboscópicas despertaban
emoción en el público.
Adiós mojado
Frases como "Eres grande, Enrique" se escuchaban en el silencio que reinaba entre una canción y otra del concierto.
En
esos momentos, la penumbra del recinto volvía a iluminarse con la voz
del intérprete que sorprendió a sus seguidores al lanzarles la botella
de agua de la que estaba bebiendo durante su presentación.
Bunbury
se despidió con "El hombre delgado que no flaqueará jamás", pero tras
la insistencia del público, el cantante regresó para seguir con "San
Cosme y san Damián", "Porque las cosas cambian" e "Infinito", que fue
una de las favoritas de la noche.
Salió del escenario pero otra
vez tuvo que ceder ante la insistencia del público que permanecía
inmóvil entre las butacas y pidiendo su regreso para seguir cantando.
Bunbury
salió una vez más y finalizó con "Lady Blue" e "… Y al final", un tema
en el que sobresale su talento para provocar la melancolía. El show
terminó diez minutos antes de las 23:00.
FUENTE: El Universal
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