El primer día del Vive Latino sin duda estuvo lleno de gratas sorpresas, no sólo por algunos shows y colaboraciones que no estaban anunciadas en el cartel, sino por aquellas presentaciones que superaron las expectativas y por las mejoras en el festival.
El lugar…
A comparación de ediciones anteriores, este año el Vive Latino es diferente no sólo por el diseño y las actividades que presenta, sino por contar con aquello que es imprescindible en cualquier festival: mejores escenarios, mejor audio y mejores servicios para los asistentes. A lo largo del Foro Sol hay estructuras hechas con cajas de plástico que le ofrecen a la gente un poco de sombra y descanso, o bien, que están instaladas en el área de comida donde ahora hay mesas y bancas. También la distribución de las carpas ha mejorado facilitando el trayecto de la gente, así que a lo largo del Autódromo pueden encontrarse stands de disqueras independientes que ofrecen discos a precios especiales; organizaciones altruistas, mercancía oficial de las bandas y el tianguis del Chopo.
La carpa Ambulante tiene su propio espacio lejos del ruido y el alboroto de la gente, lo cual permite disfrutar a la perfección las cintas que ahí se proyectan como Blur: No Distance Left To Run, o Wirikuta se defiende, que será presentada este sábado por Rubén Albarrán, de Café Tacvba.
Otro escenario que también sorprendió fue el DanUp, o el “coachelero”, como algunos lo apodamos, ya que tiene el estilo de las carpas que se usan en Coachella, sólo que éste es más grande y permite que la gente pueda ver desde cualquier punto, incluso desde las hamacas que están instaladas al fondo del lugar, debajo de los árboles.
La música…
Las actividades del escenario Verde iniciaron con una de las bandas legendarias del rock nacional, Ritmo Peligroso - que en mi opinión, debieron ser una de las bandas estelares- quienes hicieron sonar clásicos como “Contaminando” y “Déjala tranquila”.
Sobre el escenario Indio Blanco, Furland dio un adelanto de su nuevo material con canciones como “Fantasmas” y “Faladó Falá”. Aunque el audio no fue el mejor durante su actuación, la banda tenía cautivada a la gente con “Lámpara de lava”, “Robot” y “Quiero ser un color”.
Los españoles de Vetusta Morla lograron conquistar al público en el escenario Verde con parte de su nuevo disco, Mapas, del que hicieron sonar temas como “Lo que te hace grande”.
Jumbo arrancó su actuación con “Alto al Fuego”, canción en respuesta a la violencia que lamentablemente se vive en Monterrey y en todo el país. La actuación de los regiomontanos fue un despegue en el escenario verde que apeló a la melancolía; soltaron éxito tras éxito, desde los clásicos “Rockstar”, “Siento que” y “Fotografía”, hasta el gran cierre con “Aquí”, que dejó listo el escenario para los de DLD. La banda liderada por Francisco Familiar se ganó al público desde el primer instante, sobre todo al hacer sonar canciones como “Dixie” y “Vicio Caro”, que fueron coreadas por cientos de personas que estaban atentas a su actuación.
Mientras tanto, Disidente deshacía la carpa DanUp. Los estruendosos guitarrazos de la banda tapatía lograron encender al público, que no perdió oportunidad de gritar y brincar al ritmo de temas como “Bulldozer”, donde los acompañó Manuel Suárez, líder de Guillotina. Uno de los momentos más emotivos fue cuando el público opacó a la banda en los coros de “Ayer”, dejando a los tapatíos sorprendidos. Más tarde Niña tenía el mismo efecto sobre la gente. La banda regiomontana cerró con broche de oro el escenario soltando uno a uno los éxitos: “Sistema perfecto”, “Godzilla” y “Punk Robot” en una mezcla de melancolía, gritos, emoción y potentes sonidos.
Los integrantes de Vicente Gayo lograron reventar la carpa Intolerante a pesar de que su horario se empalmó con el de TV On The Radio. Un “Gayo” luminoso parecía tener hipnotizado al público, mientras que, como siempre, la banda se deshacía sobre el escenario con potentes riffs.
Quizá una de las actuaciones más extrañas del festival fue la de TV On The Radio, y no por la calidad de la banda, sino porque el público nunca se conectó por completo con su música. La mayoría de la gente esperaba a Zoé y Enrique Bunbury. Aún así, el grupo de Brooklyn ofreció un show espectacular; el fondo de luces y estrellas contrastaba perfectamente con sus sonidos. Las luces que se desplegaban en el Foro Sol hacían que uno fácilmente se redimiera ante los ritmos de “Will Do” y “Wolf Like Me”, pero lamentablemente sólo algunos respondieron al llamado de la banda.
Ya entrada la noche llegó el turno de Zoé, que sorprendió a los asistentes al presentar un set acústico para el arranque de su actuación. Repitiendo la fórmula de su exitoso Unplugged, Zoé se hizo acompañar en el escenario por Denise Gutiérrez, de Hello Seahorse!; Yamil Rezc, Chetes y Enrique Bunbury en la canción “Nada”. El complejo show de Zoé fue cuidado minuciosamente, cada detalle, cada sonido, cada luz, dejaba ver a una banda que, a diferencia de años anteriores, se mostraba entregada y madura en el Vive Latino, cosa que el público supo agradecer muy bien.
El encargado de cerrar las actividades del primer día en el escenario Verde del Vive Latino fue Enrique Bunbury, uno de los músicos internacionales más queridos por el público mexicano, quien portando una camisa con flamas, inició su actuación con “Ódiame”, de su reciente disco Licenciado Cantinas. Visiblemente agradecido por la enorme respuesta de la gente, Bunbury dejó sonar canciones como “El Solitario”, “No Me llames cariño” y “De todo el mundo”, que transformaron la noche en una velada melancólica. “Me calaste hondo” sonó en todo el Foro Sol gracias al coro de la gente, que tras casi dos horas de actuación, seguía pidiendo más y más del músico español.
Fuente: Rolling Stone (México)
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