El escenario verde tuvo que hacer gala de su versatilidad para disfrutar por igual a DLD, TV On The Radio, Zoé y Enrique Bunbury, propuestas completamente disímiles entre sí y que sólo entre la gente encontraban su común denominador.
Primero fueron los mexicanos quienes con su rock potente, crudo y de altos vuelos sonoros, enloquecieron a la gente. Con saltos, gritos y aplausos el público agradecía la entrega de los connacionales que dejaron el ánimo encendido para los de TV On The Radio.
Los estadunidenses apostaron por su música en la que fusionan elementos del rock, el soul, el jazz y el funk. Y, aunque cosecharon aplausos de la gente, quedó la impresión de que su posición en el cartel obedeció más a su fama internacional que a una objetiva respuesta del público que parecía no haber dejado ir el ritmo anterior.
Con Zoé, sin embargo, no hubo necesidad de dejar atrás las presentaciones previas pues los capitalinos fueron unos de los más esperados.
Acompañados por Lo Blondo, vocalista de Hello Seahorse!, la agrupación interpretó canciones como Soñé, Dead y Paula ante la locura de la gente que se agolpaba en las inmediaciones del escenario principal.
La fiesta crecía, combatía el frío con música, mientras Lo Blondo cantaba Luna para poco después dejar su lugar a Enrique Bunbury, quien apareció al lado de León para cantar Nada.
La ovación fue generalizada
Memo Rex, Polar, Vía láctea y Labios rotos dieron forma a la recta final de la presentación de la banda que dejaba un alto nivel de exigencia para el siguiente en el escenario. Para fortuna de la gente, se trataba de Bunbury, un viejo lobo del rock que sabe cómo enloquecer a su gente.
El español, que promueve Licenciado cantinas, su más reciente disco de estudio, se ganó los aplausos desde su primera intervención.
“Muchas gracias México, es un honor estar en el festival de rock en español más importante de todo el mundo”, dijo a manera de saludo.
Ante los gritos, comenzó a cantar Llévame, El solitario (Diario de un borracho) y El extranjero.
El otrora líder de Héroes del Silencio se erigía como el triunfador de la noche. Atraía a todos a su alrededor y los reglaba con canciones como Ódiame, Los habitantes, Ánimas que no amanezca y Que tengas suertecita. Con cada una obtenía una gran respuesta de la gente que no quería dejarlo ir.
Sí y El hombre delgado que no flaquerará jamás fueron los elegidos para terminar su presentación, pero ante la insistencia de la gente Bunbury regresó para cantar El cielo está dentro de mí y Me calaste hondo y entonces sí, dar por terminada la primera jornada de un frío Vive Latino.
Fuente: Vanguardia (México)
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