El motrileño José Luis Ramos y el algecireño Alexis Morante eran dos estudiantes que en la UGR sentaron las bases de una colaboración que les ha llevado a aspirar a los premios latinos
La historia de un
director de cine y un experto en postproducción que optan a los premios
más importantes del mundo: Los Grammy, los Goya o los Telehit, ya tiene
un final feliz sea cual sea el resultado, sin embargo, el principio de
este guión se escribió hace muchos años, en Granada, cuando dos
estudiantes tenían sueños de cine. "A mi amigo y compañero José Luis
Ramos (o el Pepe, como le conocemos todos), hace la friolera de 14 años
que le conozco, estaba yo estudiando en Granada, y de repente, en una
fiesta ..." llegaron el motrileño y su hermano. "Ni ellos ni yo aún
sabíamos que ahí comenzaba una amistad de esas que ni el tiempo ni el
espacio son capaces de destruir. Hoy Pepe es pieza clave para cada uno
de nuestros proyectos, donde sigue dibujando nuestra imaginación y la
suya propia". Así describe el cineasta Alexis Morante su relación con
'su mago' de la postproducción, 3D y efectos especiales.
El
motrileño José Luis Ramos también recuerda aquella fiesta: "Alexis solía
grabar con su cámara analógica algunos momentos, y yo me interesé
porque siempre me había atraído la idea de hacer algo en video, así que
empezamos a hablar sobre hacer algún cortometraje amateur... Creo que
aquellas conversaciones fueron claves en el futuro profesional de ambos,
pues nos propusimos en serio realizar algo que antes sólo imaginábamos,
aunque ninguno tenía formación en la materia".
Ramos reproduce
incluso la conversación: "Y estaría bien que pasara esto, y aquello,
pero, ¿cómo lo hacemos? Hombre, yo soy bueno con los ordenadores, quizás
si me pongo y aprendo, eso tiene que ser como pintar sobre una imagen,
con los ordenadores se puede hacer todo, éste es el futuro de los
efectos ".
El motrileño cumplió su parte del trato y se aplicó en
el retoque de video digital, "que por aquel entonces estaba casi en
pañales". Entonces trazan un plan: "Yo me dedico a los efectos
especiales y postproducción y tú te encargas de dirigir y llevar todo
ese lío". Y hasta ahora".
En medio de ese "hasta ahora", han recorrido un largo camino juntos. El primer cortometraje de Alexis Morante, Tic-tac,
grabado en cámara doméstica en su piso de estudiante en Granada, con
unas vecinas de Úbeda, tuvo bastante éxito, lo que animó a Morante a
dejar Derecho, "con el consecuente sofocón de mi madre, aunque cuando lo
vio se echó a llorar, y eso que sólo dura 3 minutos. Lo que no sé es si
lloraba por que el corto es muy sentimental y bien hecho, o por lo malo
que era y que encima fuera a dejar la carrera de Derecho", bromea.
Después llegó su segundo corto ya en Sevilla, con el actor Álex
O'dogherty. El montaje fue a hacerlo a Granada "y ahí ya participó Pepe
en la postpro", relata el cineasta.
"Pero
cuando de verdad empezamos a darle importancia a los efectos y al 3D
que era capaz de hacer Pepe fue cuando me marché a EEUU a estudiar un
máster con la beca Talentia". En Nueva York rodó Voltereta"
y ya empezaba a pensar en el concepto de la estética y el estilo visual
desde el guión". Morante confiesa que Ramos era "el complemente
perfecto para generar un universo visual único".
El director de
cine se traslada a Los Ángeles en 2010 y ahí es donde conoce a Enrique
Bunbury, que supone un nuevo giro en la vida de ambos, pues con él
rodarán un documental sobre su gira americana durante dos meses, tiempo
suficiente para forjar otra amistad que desemboca en el videoclip De Todo el Mundo.
Después llegó el corto Matador on the road,
con Juan Diego como protagonista, y donde Pepe fue aún más clave.
"Insertar una vaca y un toro en la carretera no fue nada fácil, y
estuvimos muchas noches en su casa de Granada sin dormir". El esfuerzo
mereció la pena, porque ha ganado premios y menciones en los festivales
más importantes, y los continúa cosechando, ya que hace pocos días ha
sido preseleccionado para los premios Goya 2013 como cortometraje de
ficción.
El camino de los videoclip musicales continuó con más
trabajos con Enrique Bunbury, pero también con los granadinos Niños
Mutantes, Los Delinqüentes, Macaco o Fito Cabrales.
El gran reto llegó de nuevo con Bunbury cuando les propone hacer un videoclip de 25 minutos basado en el disco entero, llamado Licenciado Cantinas the Movie.
El mediometraje está nominado a los Grammy latinos que se celebrarán el
próximo día 15 en Las Vegas, por lo que Ramos (que ha continuado todo
este tiempo viviendo en Granada por decisión personal) ya ha viajado
hasta USA para reunirse con Morante, que reside allí. Ambos reconocen
que los nervios están a flor de piel, pues ya quedan pocos días para
saber si logran alzarse con la estatuílla al mejor videoclip musical de
largo formato.
Por si fuera poco, Ódiame, que pertenece también a Licenciado Cantinas,
ha sido nominado a los premios Telehit -uno de los más importantes en
la industria de la música latina- en la categoría de mejor videoclip de
habla hispana del año." Ha sido un camino muy largo, pero parece que
ahora empezamos a recoger los frutos de todos estos años", comenta el
granadino.
Morante no sabe qué pasara, pero de lo que está seguro
es de que "no hay nada mejor que trabajar con amigos y que encima sean
profesionales de primer nivel, y nosotros tenemos esa suerte, mezclada
con constancia y mucho trabajo". Por lo que pase lo que pase, ya se
sienten premiados.
FUENTE: Granada Hoy
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