El cantante y guitarrista Enrique Bunbury hizo vibrar a miles de seguidores que no pararon un solo momento de cantar cada tema que él interpretaba para todos los laguneros. Lo que se vivió anoche fue una cita bohemia donde Bunbury hizo recordar tanto las heridas de amor como los momentos felices.
El Coliseo Centenario, en punto de las
21:00 horas, fue el escenario que albergó al cantante español, donde el
sonido de su nombre no terminó hasta verlo, ataviado con un traje negro
con flamas fue como dio inicio con Llévame y El Solitario donde todos
los asistentes esperaban impacientes y gritaban sin cesar "Enrique,
Enrique".
"Hola Torreón, muchas gracias por venir es un placer
estar en Torreón, venimos con algunas canciones cantineras, melancólicas
y revolucionarias espero que el repertorio que hemos seleccionado para
ustedes sea de su agrado", fueron las palabras del cantante seguido de
Contar Contigo, que se abrió paso a una noche llena de luces y mucha
entrega de Bunbury y donde no podía falta un gran público.
"Muchas
gracias", mencionó, y fue así como sus seguidores atrapados en el mundo
del "Licenciado Cantinas" escuchaban La Señorita Hermafrodita.
El
exvocalista de Héroes del Silencio presentó a los músicos para dar pie a
El Extranjero, que al término de la canción se puso cómodo, quitándose
el saco, donde arrancó suspiros entre sus fanáticas para seguir con
Ódiame la cual fue muy fuertemente coreada.
El sonido de guitarras
eléctricas, percusiones y acordeón retumbó en el recinto, mientras que
la potente voz y el estilo que caracteriza al español llevó al público a
un sinfín de emociones. Después de El Anzuelo, sorprendió con su
sombrero negro para entonar No Me Llames Cariño y demostrar su delgada
figura y un recorrido por todo el escenario al son de la música.
"Una
canción para los enemigos de la noche", menciono el cantante para
interpretar Ánimas Que No Amanezcan y sus seguidores corearla y moverse
de un lado a otro. Con Los habitantes y Sácame de Aquí, elogió al
guitarrista y fue ovacionado por todos. Después de Que Tengas
Suertecita, siguió El Día De Mi Suerte, y llegó para todos los fans el
poder ver a su ídolo deleitando con su voz inigualable.
Pero el
tema que prendió a todos fue Sí, donde la gente se paró de sus asientos y
empezó a brincar sin parar y cantar la melodía. "Torreón con esta
melodía nos despedimos, no sin antes presentar a mis músicos" comentó,
donde la gente gritaba y pedía que no se fuera e interpretó El Hombre
Delgado Que No Flaqueara Jamás.
Se apagaron las luces y como es
costumbre, los fanáticos gritaban "Enrique, Enrique" para que regresara y
cantara por última vez anoche.
Y Bunbury lo volvió hacer, regresó
solo con un chaleco y su sombrero para agradecer a los laguneros y
entonar Por Qué Las Cosas Cambian y al término de la canción le
aventaron la bandera de México, la cual extendió.
Para finalizar
la noche bohemia cantó El Tiempo De Las Cerezas, recordando a su amigo
Nacho Vegas. Era tan grande la ovación del público por su ídolo, que no
podía faltar Infinito y al final se hincó como sólo él lo sabe hacer.
Pero no todo estaba terminado por segunda ocasión el cantante regresó al escenario y cantó Bujías Para El Dolor.
Bunbury
dijo unas palabras lamentando lo que sucedía tanto en Madrid como lo
que está viviendo Torreón con la ola de violencia, para así interpretar
Deshacer el mundo.
Quedó claro que con canciones nuevas y de
antaño el español atrapó a sus fieles seguidores, quienes no olvidan y
esperarán siempre su regreso a la Comarca Lagunera.
El público
Cerca de tres mil laguneros asistieron.
Se pudo observar que algunos seguidores vistieron camisas negras y la leyenda de 'Licenciado Cantinas'.
Entre los asistentes no sólo se veían jóvenes, sino que además había mujeres mayores y parejas muy enamoradas.
FUENTE: El Siglo de Torreón
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