Distintas etapas, distintos maquillajes para un artista como el español Enrique Bunbury, que llegó a los 45 años y aún vigente con el disco "Licenciado Cantinas".
Un sonido sucio y entrecortado del tema “Héroe de leyenda” del grupo
español Zumo de Vidrio suena aún, gracias a una reproducción en YouTube.
La melodía se aprecia con dificultad por la poca calidad y el notable
desgaste causado por el tiempo, pero hay un elemento inconfundible en
esa reliquia del rock en español: la voz de Enrique Ortiz de Landázuri
Yzarduy, mejor conocido como Enrique Bunbury, quien el 11 de agosto
cumplió 45 años de vida.
La figura de Enrique Bunbury tomó su
máxima dimensión desde los éxitos de la banda Héroes del silencio y
nació una especial relación con algunos fans salvadoreños desde el
recordado concierto que ofreció en 1996 en el Gimnasio Nacional Adolfo
Pineda, en San Salvador. Una época importante para el rock
hispanoamericano y un espectáculo diferente ofrecido en el país por una
banda española capaz de desbordar la pasión del público ante el asombro y
la preocupación de los policías en la época.
Pero antes de su
fama en Héroes del Silencio, Enrique Bunbury tuvo un recorrido por otras
etapas en las que su imagen fue adquiriendo el maquillaje que definió
su personalidad. El originario de Zaragoza tuvo que cumplir con varias
facetas desde la decisión de tomar la música en serio, a los 12 años.
Fue entonces cuando compró su primera guitarra eléctrica e ingresó a su
primer grupo en el colegio, en 1980, recordado por el nombre de
Apocalipsis.
Una búsqueda de identidad artística se prolongó los
siguientes tres años hasta pasar a tocar la batería y cantar con bandas
como Rebel Waltz y luego demostrar su capacidad para ejecutar el bajo en
Proceso Entrópico. De esta última banda son apreciadas canciones como
“Solo un día más”.
Pero el estilo de Bunbury realmente encajó en
la fórmula musical propuesta por los hermanos Enrique y Juan Valdivia,
quienes junto con Pedro Valdivia crearon el grupo Zumo de Vidrio, en
1984, después llamado Héroes del Silencio. Bunbury no escapó de la moda
ochentera de la época, que maquilló a un personaje con un estilo que
ahora podría ser comparado con Miguel Bosé, según la opinión de algunos;
o a Sting en su juventud, para el criterio de otros.
Entre los
años de 1986 y 1990 crece el éxito de Héroes del Silencio y su camino
discográfico, desde el EP con título homónimo hasta el “Senderos de
traición”, con temas icónicos como “Entre dos tierras” y “Maldito
Duende”. Poco a poco la figura de Bunbury tomó mayor importancia por su
presencia y una imagen que cada vez más fue comparada con la de la
leyenda del rock estadounidense Jim Morrison.
Con “Radical
sonora”, en 1997, inicia su camino en solitario y continúa a la fecha
con su más reciente “Licenciado Cantinas”, un álbum de versiones sobre
obras de autores de relevancia en Latinoamérica, como Agustín Lara y
Julio Jaramillo.
Fuente: La Prensa Gráfica
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