Presentaba en la capital, en la primera de cuatro citas en la Riviera, "Licenciado Cantinas", su último trabajo que contiene canciones populares latinoamericanas pasadas por su filtro.
Y esto me creaba un temor que afortunadamente no se cumplió, ya que cuando afrontó temas de discos anteriores no los convirtió en cumbias y bachatas.
Comenzaron "Los Santos Inocentes", sus escuderos, solos en el escenario con la instrumental "El mar, el cielo y tú", dejando ya evidencia de su virtuosismo como banda, son una máquina totalmente engrasada y afinada, y esta vez si estuvieron bien acompañados por la acústica de la sala.
Sale el protagonista y como es costumbre el público se vuelve loco; ¿Qué hubiese pasado si hubiera dicho "sí" al regreso de "Héroes"?.........
Los temas nuevos son recibidos con alegría, "Llévame", "El solitario", pero es cuando suenan los antiguos cuando llega el entusiasmo.
Suenan "La señorita Hermafrodita" y sobre todo "El extranjero", y sala se vuelve loca.Y es que el aragonés ya tiene en su repertorio un buen puñado de clásicos.
Un setlist equilibrado entre temas nuevos y anteriores llevó durante casi dos horas al clásico estado de entrega de Madrid con Bunbury, quizás más palpable en esta cita en una sala para 2000 personas, un auténtico lujo ya que las últimas visitas fueron en recintos mucho más grandes.
Siguiendo una tendencia general, salió el colaborador de turno, Alfa, de Le Punk, y como en el 99% de los casos, esta intervención sobró o no aportó nada especial, acordándose un servidor de una de las pocas colaboraciones a recordar, la de Bunbury con Ferreiro, en cualquiera de las situaciones, algo siempre memorable.
Llegó el primer parón con "El hombre delgado..." tras 85 minutos, lo que bien habla de la intensidad y profesionalidad del protagonista del evento.
Criticábamos en la anterior gira el gusto de Bunbury por finales tranquilos por aburridos, y esta vez algo cambió, porque los temas eran pausados, pero no faltos de intensidad, ofreciendo un final en dos partes muy especial, con "Infinito" en el primer bis y terminando definitivamente con "...Y al final", que por obvio no deja de ser emotivo.
Después de muchos años en solitario, muchos discos y muchos estilos, parece difícil que este hombre defraude, y esta gira es otro ejemplo de ello.
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