Hace tiempo que Enrique Bunbury navega sus propios mares, sin atender a modas o tendencias de última hora (lo que no siempre fue así), amarrado a su propio timón y trazando recorridos musicales de bastante seriedad. Sus piruetas artísticas son ya parte del pasado y, más allá de la limpieza de su ejecución, ahora es necesario valorarlas como actos valientes de un cantante amado y odiado, pero indudablemente carismático y singular. Más allá de la estridencia asociada al músico, hablamos del autor del sobresaliente Pequeño y el bonito Las consecuencias, lo que definitivamente no es poco. Ahora vuelve con la historia de un hombre, Licenciado Cantinas, contada a través de versiones del repertorio tradicional latinoamericano en clave de rock. Aquí ya no hay piruetas, sino trabajo, asimilación y personalidad. Lo del regreso de Héroes del Silencio es más que nunca una quimera.
¿Qué ha encontrado en la música latinoamericana para decidirse a realizar esta inmersión en ella?>
La música latinoamericana es muy variada y rica y a cada uno de los géneros te puedes acercar por diferentes razones o intereses. Las melodías intrincadas de los valses criollos peruanos. Los textos de alta literatura del tango clásico. El ritmo contagioso de las chacareras o la cumbia colombiana. El dramatismo de las rancheras arrastradas. Mi enamoramiento con el cancionero latinoamericano viene de lejos. Son 20 años girando por el continente, preguntando y recopilando canciones y discos, con pasión y dedicación.
Son todas canciones muy sentimentales. Me pregunto si esa es la música que le interesa cantar, la que nace de los sentimientos, más que de las ideas
Los temas de la canción latinoamericana son tan variados como los de la anglosajona. Hay canciones de amor y abandono, pero no son los únicos. En Licenciado Cantinas aparecen la perdición, la redención y la muerte. Me interesan muchos tipos de canciones, siempre y cuando te lleguen y toquen fibras esenciales.
Hábleme de una canción del disco que haya elegido por lo que cuenta
Todas se eligieron por sus textos. Hay una que me emociona especialmente cantarla y sé que será catártica en las presentaciones en vivo. Poesía y espiritualidad en verso: el tema de Atahualpa Yupanqui El cielo está dentro de mí.
Ese interés por distintas músicas, ¿no le llevará en alguna ocasión al flamenco, algo más cercano geográficamente?
Me encanta el flamenco, pero hay músicas que disfruto en mi casa y para las que no estoy dotado. Ojalá pudiera ser Coltrane o Camarón, pero ahí entran una serie de condicionamientos que me imposibilitan para intentarlo siquiera.
Recientemente sus excompañeros en Héroes del Silencio han revelado que se han vuelto a juntar para tocar e incluso que la posibilidad de un regreso de Héroes del Silencio es casi del 100%. ¿Es así?
Por lo que yo he leído en prensa, quiero entender que quieren empezar un proyecto musical y encerrarse el año que viene a componer canciones. Me parece muy lícito y positivo para los que no dudamos de su talento. Seguro que nos sorprenden con algo interesante. Héroes del Silencio nos separamos hace 15 años y en 2007 prometimos una gira de diez únicos conciertos. Cumplimos con nuestros compromisos, le dimos un final digno al grupo y quedaron satisfechas las expectativas de los fans en todo el mundo.
¿En qué ha afectado la paternidad a su forma de entender la música?
La paternidad te hace reflexionar, desde el momento en el que piensas en cómo y bajo qué parámetros querrás educar a tu hija. Lo que es válido en momentos temerarios, narcisistas y kamikazes de soltería, merece un replanteamiento al buscar valores universales y sólidos.
Sintoniza con el movimiento de los indignados. ¿Cómo lo ha vivido?
He seguido con emoción las revueltas sociales. Creo que España es capaz de lo peor y de lo mejor. Y me gustó ver que por fin daba la espalda a unos gobernantes con los que es prácticamente imposible sentirse identificado. El juego de la derecha y de la izquierda, que tan buenos resultados ha dado a los poderes de este país, se está acabando. Durante años, el enfrentamiento de las dos Españas fue muy conveniente para mantenernos ocupados y ociosos con conversaciones vanas de carajillo y barra de bar. Afortunadamente, empieza a quedar claro que da bastante igual que Mariano o Rubalcaba nos gobiernen. Obedecen a los mismos intereses.
Hay quien dice que se protesta, pero que el movimiento no logra cambiar nada. ¿Usted qué piensa?
Que esto acaba de empezar.
Fuente: Público (España)
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