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28 junio 2011

ENTREVISTA A PEP BLAY

Pep Blay es un escritor catalán, guionista, periodista de música y es uno de los escritores contemporáneos más conocidos en Cataluña hoy en día. Como periodista de música, entrevistó a estrellas como Lou Reed, The Cure y Nick Cave. También trabaja a menudo junto con artistas españoles, por ejemplo Enrique Bunbury, Amaral o Sopa de Cabra.

Mucho se ha hablado sobre Bunbury, pero casi nunca de una forma tan cercana y humana como se refleja en “Lo demás es silencio”, biografía escrita por Pep Blay. Un libro ameno y revelador que sirve para conocer mejor al artista tanto desde un prisma personal como musical. Y es que su autor no se ha conformado solo con documentarse y agrupar una serie de datos, sino que se ha lanzado a un viaje de búsqueda y conocimiento. Blay explica la evolución de veinte años de una carrera que oscila entre el endiosamiento que conllevó el apoteósico éxito internacional de su banda, y su última etapa más intimista y experimental.


Ésta es una biografía humana y artística apasionante, construida a partir de testimonios de allegados: familia, amigos, seguidores, managers y otros músicos que lo han conocido de cerca, con el valioso contrapunto de las opiniones del mismo cantante. El autor, Pep Blay, es reconocido periodista musical, entre otros menesteres.


Pep ya ha dicho mucho sobre Bunbury en su libro, lo demás podrás leerlo en esta entrevista.


¿Como conociste a Enrique Bunbury? ¿Que impresión te causo en ese momento?

Una cosa es cuando le conocí como periodista, y otra como amigo. La primera vez que nos encontramos a solas fue para entrevistarle en el año 93, con la presentación de “El espíritu del vino”. Y en esos momentos me pareció un disfrazado glamuroso con los deseos de aparentar una rock-star. Recuerdo que terminé la entrevista preguntándole: “Tus letras no tienen ironías, ni detalles de humor. Por lo que veo, tú tampoco.” Y su respuesta fue: “Pues claro que hay humor en mis canciones. Lo que pasa es que es muy surrealista, como Buñuel.”
Años más tarde, en el 2000, fue con un grupo de amigos suyos a un local de Barcelona donde yo recitaba poemas. Había un bar… uno de su corte, Morti, también era buen amigo mío. Y allá me lo presentó. También estaban Shuarma y Carlos Ann, jugando al billar. Enrique me dijo: “Quieres jugar a billar con nosotros?” Y esa partida, con sabor a tequila, estuvo llena de conversaciones sobre poesía, cine, música… congeniamos con muchos gustos, incluso maneras de ver la vida (nos llevamos a penas un año de referencia, hemos coincidido geográficamente y tenemos muchos referentes comunes). A partir de entonces, surgió una buena amistad.

¿Qué te llevo a realizar una biografía dedicada a Bunbury?

Como periodista musical, ya había escrito anteriormente dos biografías correspondientes a dos grupos de rock catalán, Sopa de Cabra y Els Pets. Por otra parte, había publicado una novela, y me quedé con ganas de progresar literariamente. Dado el éxito que tuvieron mis biografías en Catalunya, me propuse dar un salto a España, y lo quise hacer con un libro que me pudiera satisfacer literariamente, como escritor.

¿Por qué lo elegiste a él, entre tantos artistas españoles?

Pues precisamente porque Enrique Bunbury ha tenido una vida muy literaria. Es un personaje casi de novela, no sólo por su carácter, sino también por los hechos históricos que han atravesado su biografía. Por ejemplo, desde un punto de vista artístico, abandonar Héroes contra todo pronóstico, cuando el grupo estaba en plena gloria y podría haber recorrido el mundo con una gira de estadios a lo U2. O bien resucitar gracias a una música cabaretera cuando nadie lo esperaba. O su inadaptación social de pequeño, o la dura muerte de su hermano que le tocó vivir…

¿Qué fue lo más difícil a la hora de escribir “Lo Demás es Silencio”?

El rigor y la exigencia. Sabía que no podía fallar a los seguidores de Bunbury, que son auténticas bibliotecas de su vida. Y por otro lado, mantener al máximo la profesionalidad: tenía que hacer un libro sin mentiras, con los claroscuros de Enrique. Porque Enrique, por mucho que parezca un ser de otro mundo en el escenario, no es ni más ni menos humano que cualquier otro. Para mi no vale algo que se suele hacer en los libretos de periodistas musicales, que es confundir biografía con hagiografía (vida de santos).

¿En algún momento pensaste abandonar el proyecto? ¿Por qué?

Motivos personales. La separación con mi ex, canciones que me recordaban momentos vividos juntos… Cuando llevaba un año con el proyecto, tuve que pararlo durante unos meses. Además, me había emborrachado de tanto Bunbury. Necesitaba escuchar otros músicos…

¿Qué concepto tenés de Bunbury artística y personalmente? ¿Son amigos?

Artísticamente, creo que es el paradigma del músico que ha defendido su libertad creativa a muerte y que ha construido su obra tal como ha querido luchando contra la contaminación de su entorno: discográficas, mánagers, público… Su carrera se entiende cuando descubres que su obsesión es ser él y no lo que los demás le digan. También se caracteriza por su rigor y exigencia profesional (en España todos los artistas le admiran por la calidad técnica de sus grabaciones y de sus conciertos). Y por otra parte, también destacaría su pánico a repetirse, o resultar previsible. Por eso jamás sabemos cómo va a ser un nuevo disco de Bunbury.
Personalmente, mantenemos nuestra amistad a distancia, para eso está internet. A veces nos vemos en sus conciertos, o cuando va a grabar a los estudios de Music Lan, no muy lejos de donde vivo… y desde luego, puedo afirmar que detrás de la estrella del rock hay una persona a quien le encanta conversar, a quien le preocupan los temas que mueven al mundo, desde la política hasta la música, amigo del buen cine y de la poesía y, sobre todo, de la buena comida. Jamás de la cantidad, sino de la calidad.

¿Cómo ha surgido la oportunidad de poder acompañarlo en sus giras?

Cuando le comenté que escribiría un libro sobre su vida, me pidió que no le entrevistara. Que no soporta las entrevistas. Me sugirió que en el mejor de los casos, hablara con él al final de mis investigaciones y que, eso sí, me abriría la puerta para que su entorno más directo, desde sus padres a sus mejores amigos de carrera, hablaran conmigo. Yo se lo agradecí, pero entonces se me ocurrió otra idea: “¿puedo seguirte en una gira, sin hacerte ninguna entrevista?” Y él me respondió: “¿te vienes a México?”.

¿Cómo ha sido tu experiencia durante el tiempo que estuviste viajando con él?

Por supuesto, genial. Quiero decir: los artistas son lo que quieren aparentar cuando saltan al escenario, o cuando conceden una hora de entrevista a un periodista que no conocen. Pero cuando estás de gira con un amigo, es imposible aparentar un personaje durante 24 horas al día. Los desplazamientos, las comidas, los ratos de paseo, dar una vuelta por tiendas, una noche de bares, el backstage con la banda, las preparaciones del repertorio… No hubo entrevistas, pero sí muchas conversaciones. Y a través de ellas conocí mucho más al verdadero Enrique Bunbury.

¿Tenes intenciones de hacer una segunda parte de la biografía de Enrique?

Te diría que no. Pero como en todo lo que se refiere a Bunbury y su universo, me niego a dar una respuesta: todo es posible.

¿Ha llegado Bunbury a comentarte que es lo que le gustaría hacer en los próximos años?

Jamás me lo diría, ni a mi ni a nadie, y suele contradecirse cuando habla de futuro. Me parece normal, eso nos pasa a cualquiera. Supongo que diría que disfrutar de su familia y de sus viajes, mientras envejece dignamente con su rock and roll, como Neil Young. Es decir, sincero con su presente, no viviendo de su pasado.

¿Qué anécdota tenes junto a Enrique que puedas y quieras destacar?

Cuando graba un disco en Music-Lan, en Figueres, solemos quedar para comer juntos, hablar y entonces me deja escuchar las canciones, a él también le gusta escuchar otras opiniones. Para “Hellville de Luxe” tenía una veintena de canciones articuladas, y me pidió que hiciera una lista de doce, las que seleccionaría para el álbum. Yo no pude pasar de siete, no me convencía demasiado lo que estaba haciendo. Me sabía mal, pero no podía engañarle. Estaba pensando en cómo se lo diría y con qué argumentos, cuando se me apareció el propio Enrique con una urna diciéndome: “Ahora introduce tu lista en esta urna. Va a ser la primera de todas las listas que van a hacer nuestros amigos. Al final de la grabación, miraremos a ver cuáles han sido las opiniones de este disco, desde el anonimato.” Y al final de la grabación, en lugar de abrir la urna, la quemó. Fue todo un símbolo. Sólo él quería ser el amo de sus aciertos y errores, en un momento tan comprometido como el retorno en solitario tras arrasar con Héroes del Silencio y estrenando bana nueva. Se la jugó solo, con todas sus consecuencias.

¿Tenes ganas de publicar “Lo Demás es Silencio” acá, en Argentina?

Por supuesto, sería para mí la culminación total de este libro, un broche de oro. Tras el éxito en España y en México, sería genial. Y teniendo en cuenta la cantidad de argentinos/as que conozco (Barcelona está llena)… me encantaría! Además, tengo una cuenta pendiente: recorrer Argentina. Es mi deuda pendiente como viajero, y algunos amigos ya me han dicho: “si vas unos días a Buenos Aires, te vas a quedar a vivir allá. Va con tu carácter!”

Somos muchos los fans que esperamos con ansia la llegada de este libro que tan buena repercusión tuvo.

Cierto. Y en este sentido, me extraña que ninguna editorial haya hecho números. No digo que vayan a lucrarse exageradamente, pero seguro que no perderían dinero. Enrique Bunbury ha subido mucho en Argentina en los últimos años, cosa que demuestra que su disco en directo, “Gran Rex”. No es casualidad que haya elegido Buenos Aires. Y creo que tiene intención de presentar su nuevo álbum también en Argentina, y cuando menos, de multiplicar su proyección en vuestro país.

Son muchos los casos de material sobre Bunbury que no llega a nuestro país ¿Qué opinas sobre el tema? ¿Es difícil llegar a Argentina?

No entiendo muy bien por qué. No debería ser tan difícil llegar a Argentina. Desconozco si los problemas económicos de la última década, tanto en España como en Argentina, han frenado los intercambios de la industria cultural. Porque la verdad es que España está llena de argentinos (al menos Barcelona!) y tenemos muchas conexiones culturales. La verdad, creo que se está perdiendo mucha energía en tratar de conquistar mercados culturalmente más alejados, desde los nórdicos europeos a los yanquis o a los asiáticos, con los que se tiene una menor conexión cultural. Hay mucho complejo y acomplejado con una estúpida idea de cosmopolitismo por ahí suelto…

¿Cual de todos los libros que escribiste te dio más satisfacciones como Autor?

Un buen padre jamás pone por encima a ninguno de sus hijos. Cada uno ha sido un paso mas en mi carrera, sin uno no habría el otro. Todos ellos me han permitido pasarme ratos haciendo lo que me hace más feliz: escribir. Si la pregunta se refiere al de Bunbury, pues sí: ha sido el que me ha dado más proyección internacional y me ha abierto a conocer lectores en toda Latinoamérica. Un lujo, desde luego, poco asequible para un escritor español. Jamás podré agradecérselo lo suficiente.

¿Que podes decir acerca de que tu libro llego a ser un Best Seller en México? ¿Que sentimientos te provoca?

Uffff…. Emociones, todas. Imagina que llego al aeropuerto del DF para empezar la promoción de mis libros y me encuentro en el quiosco la biografía de Bunbury entre los diez más vendidos.
Pero por otro lado, hay algo que aún me motiva más: la conexión con una cultura que tiene una manera muy especial de vivir y sentir la muerte. Con una estética muy salpicada de religiosidad, lo kitsch y que a la vez pretende encajar las corrientes modernas sin perder ese sabor popular, tan propio. Eso me encanta de México, sus raíces. No han caido de cuatro patas en el imperialismo cultural de modelo anglosajón. Y para mí, que tengo mi pasado oscuro, y me fascina todo aquello que tiene que ver con lo espiritual, la muerte y el más allá, lo ancestral, la sabiduría maya, azteca, junto al delirio humano que significa una locura como el DF…

¿Qué expectativas y proyectos tenes para este 2011?

A nivel literario, escribir. Publicaré novela el año próximo, si todo va viento en popa. Con música incluída, por supuesto, y también vampiros, ángeles, amor, sangre, locura… Aunque la maldita crisis me está obligando a trabajar en muchos proyectos pequeños de índole periodística que me despistan de mi verdadera pasión, los libros.

¿Qué pensas de la carrera de Enrique tanto con Heroes del Silencio como en solitario?

Brillante. Personal. Única. Imaginativa. Inetiquetible. Coherente con su incoherencia. Un acierto artístico por encima del profesional. Una búsqueda constante. El día que no tenga nada nuevo que decir, dejará de publicar discos. Chapeau.

¿Como te describirías a vos mismo?

Un soñador. Un trabajador de lo que me apasiona,convencido de que la vida está para amar, viajar, disfrutar de la familia y de los amigos y conocerse no sólo por fuera, sino por dentro. Lo demás es dinero.

Muchas gracias Pep por aceptar esta entrevista, y esperamos con ansias poder llegar con nuestro propósito que es la edición de “Lo Demás es Silencio” en Argentina.

Por mi parte, voy a tratar de activar de nuevo la edición del libro en Argentina, tras el éxito del grupo de facebook.

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