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29 enero 2011

NACHO VEGAS: "LAS CANCIONES SON INÚTILES, PERO LAS COSAS INÚTILES SON LAS COSAS BUENAS"

Este mes de febrero se cumplen diez años del primer disco en solitario de Nacho Vegas, diez años repletos de música con proyectos compartidos como los que le unió a Enrique Bunbury, Christina Rosenvinge o Xel Pereda. El 14 de febrero Nacho Vegas presentará su nuevo trabajo, 'La Zona Sucia' y nos hemos reunido con él para hacer balance de esta década musical y para hablar de su disco.

Han pasado diez años desde el comienzo de tu carrera en solitario, ¿en que has cambiado como músico?

He envejecido. Han sido 10 años y vas cambiando. En medida que vas cumpliendo años va cambiando la forma de ver las cosas, la mirada se endurece y las canciones son una mirada al mundo. Con los diferentes discos he ido ampliando perspectivas, ahora escucho las canciones del primer disco y siento que era muy ingenuo.

Con este nuevo disco has vuelto a grabar con Paco Loco, ¿qué aporta Paco como productor?

Paco es como un miembro más del grupo solo que su labor se limita al tiempo que estamos en el estudio. Paco es fundamental al haber trabajado anteriormente conmigo, soy una persona que le cuesta mucho explicarse en el estudio, con los técnicos de sonido, con Paco es diferente porque sé que me entiende. En los últimos discos llegaba al estudio con las canciones preparadas pero no acabadas del todo porque la mirada de Paco era importante y siempre se le ocurren cosas que a mí y a los de la banda, por tener las canciones tan cerca, nos cuesta más ver. Paco es como un sexto miembro de la banda y eso es lo que entiendo por productor.

En una entrevista citaste a la escritora Carson McCullers, menuda vida la suya, que dijo de sus historias: 'Todo lo que he escrito me ha sucedido o me sucederá', ¿tienes tú también esa sensación?

Sí, lo he hablado con más gente, con Christina Rosenvinge y con Fernando Alfaro y los tres coincidimos. A veces haces canciones con sentimientos profundos y extremos que no entiendes muy bien, por eso mismo es por lo que necesitas volcarlos en una canción y muchas veces el subconsciente, de una manera extraña, se anticipa a las cosas que van a ocurrir. A veces tienes una certeza de cómo son las cosas, pero no lo quieres ver, lo escondes y esas cosas son las que vuelcas en las canciones y así cosas que no entendías muy bien con el tiempo adquieren un significado especial y te das cuenta de que tenían algo de premonitorio.

¿Entonces escribir canciones se convierte en un proceso doloroso o expiatorio?

Ninguna de las dos cosas porque no hay una finalidad en hacer canciones, son principio y fin en si mismas y aunque parezca que es una necesidad terapéutica no dejan de ser preguntas que no te llevan a una respuesta. Es el camino lo que importa más que el sitio al que llegas, en ese sentido las canciones acaban siendo completamente inútiles, pero las cosas inútiles son las cosas buenas de la vida.

Tu libro 'Política de hechos consumados' resultó ser un libro crudo, pero me dio la sensación de ser un libro personal que no estuvo escrito en su momento para ser leído por otros

Eran textos escritos en diferentes momentos. Nunca me había planteado hacer nada con ellos, recopilarlos o algo así. Los fui escribiendo a la par que las canciones de mis dos primeros discos, alguno tenía relación con alguna canción, pero eran cosas que no tenían sentido dentro de canciones y cobraban vida en papel. Tienen algo en común con las canciones, hay un proceso de autoconocimiento, de observar tu vida y las cosas que tienes más cerca, aunque luego las literalices. Eran cosas que me resultaban difíciles de entender, que te llevan a tomar decisiones una vez que ya han ocurrido, a eso hace referencia el título, su naturaleza es de un proceso de observación y de haber vivido momentos intensos.

En tu obra reiteras el uso de la primera persona como narrador, en el libro abunda más la tercera persona y en este disco casi todas las canciones también son en primera persona, ¿qué te aporta narrativamente?

Después de hacer el primer disco me di cuenta del abuso de esa primera persona confesional, suele pasar en los primeros discos. En los siguientes álbumes experimenté con la segunda y la tercera persona. Me fascina mucho la etapa de los setenta de Dylan en la que incluso dentro de una misma canción cambia de persona y de narrador, le copié ese recurso para alguna canción. Me di cuenta de que te daba distintas perspectivas, alejarte de las cosas y adoptar distintos puntos de vista, me di cuenta de que aunque utilizará la primera persona quería que fueran distintas primeras personas. 'Manifiesto Desastre' tiene primeras personas opuestas, que se contradicen, lo tengo presente para no abusar de las confesionalidad. En este disco he vuelto a hacerlo. El truco es saber distanciarte, como decía antes las canciones son miradas y tienes que colocarte en distintos sitios para tener amplitud

Justin Townes Earle, el hijo del gran Steve Earle, decía en una entrevista que; "No soy una de esas personas que cree que siempre hay esperanza", ¿tiene límites la esperanza?

La esperanza implica que hay algo que te falta, no es absoluta, pero es necesario mantener la ilusión. Yo soy pesimista, un pesimista ilusionado.

El título de 'La zona sucia' hace referencia a la Fórmula 1, ¿cuál es la zona sucia de la industria musical?

Creo que cuando la industria musical convirtió la industria de la música en parte de la industria del ocio que se ocupó en rentabilizar los proyectos más que en cuidar algo tan bonito como la música. Con esta crisis se puede restituir la música a lo que era antes, cuando los bluesman sacaban discos para dar conciertos. Aquello era algo más bonito, no había un negocio que lo contaminase todo. De eso se están dando cuenta ahora, no puedes vender discos como urinarios. Las cuatro multinacionales que controlan el mercado son grandes compañías que acaban en inversores anónimos que no saben en lo que invierten y necesitan un beneficio del 8% al año para seguir invirtiendo o se retiran y les da igual, al final todo es capitalismo puro y duro y creo que la música debe ser un foco de resistencia y en ese sentido esa zona sucia es la que está en crisis. La rentabilidad a corto plazo en el arte no tiene mucho sentido.

'La Zona Sucia' será el primer disco que publiques con Marxophone el sello que has creado junto a Refree y Fernando Alfaro para autoeditaros, ¿cómo os ha dado por autoeditaros con los tiempos que corren?

Pues precisamente por eso, es un paso bastante natural por como están las cosas. Yo pasé 10 años en Limbostar en los que trabajé muy a gusto, lo que pasa es que tal y como ha ido la industria los sellos discográficos no tienen sentido como tal, se han ido reconvirtiendo en oficinas de contratación, editoriales. Yo sólo tenía con ellos el trato discográfico lo que hacía difícil la relación y decidí dar este paso y asumir los riegos, aunque el funcionamiento de Marxophone es como el de cualquier sello independiente. Todos tomamos las decisiones juntos. Fue un momento en el que yo estaba en esa situación, Raúl y Fernando estaban en una situación parecida, y creo que tal y como están las cosas es lo más natural. Limbostar sigue teniendo el catalogo de mis canciones y seguimos teniendo una buena relación, han sido unos años importantes para mí y les tengo mucho cariño.

Hasta 'Manifiesto Desastre' tuviste un descanso en solitario que aprovechaste para compartir proyectos, ¿a qué se debió esa pausa?

En realidad lo que quería después de ‘Desaparezca de aquí’ era tomarme un tiempo para hacer el siguiente disco. Llevaba varios años a un ritmo muy alto y quería frenar un poco, pero tampoco podía parar de hacer canciones y en esos momentos una colaboración como la que hice con Enrique era lo mejor. Enrique también estaba en esa situación, pero 'El tiempo de los cerezas' lo entiendo como otro disco mío, un disco doble con diez canciones de Enrique y otras diez mías. Al compartirlo con otra persona y otros músicos sentía que era un disco de transición que había que aprovechar para aprender de otras personas sin la presión de hacer un disco solo. De esos proyectos vas aprendiendo de la gente con la que trabajas y te quedas con cosas. Los discos y los conciertos con Christina también fueron importantes para asomarme a la forma de trabajar de otros y dejarte influir, y el disco de Lucas 15 era algo que llevaba tiempo queriendo hacer, quería revisar el cancionero asturiano. Todo esto creo que es algo que luego se nota en los siguientes discos.

Los tres álbumes funcionaron bien, ¿por qué hubo tan pocas actuaciones en directo de 'El tiempo de las cerezas'?

Es verdad, sólo dimos dos noches en España y alguna en México, la idea no era esa, Enrique venía de tocar mucho y estaba bastante agotado.

Con ‘Manifiesto Desastre’ volviste a estar solo sobre un escenario, ¿qué cambios experimentaste?

Había cambiado la banda, las canciones del disco con Enrique y Christina las había hecho igual que siempre, es un proceso muy íntimo escribir canciones. En ese sentido nunca había dejado de escribir canciones, estaba esperando a tener un repertorio para grabar 'El manifiesto desastre' y el proceso fue un poco parecido, aunque estaba más relajado. Cuando grabé Manifiesto el hecho de venir de estos tres proyectos hizo que lo notara a la hora de acabar las canciones, producir el disco, la banda también cambió, entró Abraham Boba que es fundamental, Luis Rodríguez venía de Lucas15. Fue extraño cuando empezó la gira volver a estar en un escenario solo, con otra banda.

Has grabado el disco pensando en su edición en vinilo y tengo entendido que eres un gran comprador, ¿cuáles son las joyas de tu colección?

Tengo bastantes, pero no soy coleccionista de rarezas, hay muchas cosas que comprar. Tengo el maxi single 'This Charming Man' de los Smiths, que en su momento era muy difícil de conseguir por alguna canción inédita que tiene. Mi colección se basa en regalos que me hacen, tengo 'Like a Rolling Stone', algunos discos de Townes Van Zandt de ediciones antiguas, ahora estoy leyendo su biografía en inglés y me cuesta, un gran personaje.

Y el 14 de febrero se presenta tu nuevo disco, cuál es tu canción favorita de este disco

No lo sé, lo tengo demasiado cerca, estoy muy contento con como quedó 'Taberneros', que surgió de una melodía tradicional asturiana que de hecho la utilicé para el disco de Lucas 15 pero que al final cambié la mediodía, la letra y la estructura convirtiéndola en una canción mía, aunque está acreditada por los dos, está en la mitad del disco, al final de la cara A, algo importante para mí porque vertebra el disco, no sé si la tocaré en directo por lo complicado de los coros.

Fuente: CadenaSER.com

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